El diario plural del Zulia

Se debilita la izquierda en América Latina

finales del año 2014, hace 365 días, era impensable un escenario en Latinoamérica en el que el pensamiento y la doctrina de izquierda no dominaran como lo ha hecho en la última década.

Pero los resultados electorales en Argentina y Venezuela, en los que respectivamente Mauricio Macri ganó la presidencia y la opositora Mesa de la Unidad se llevara la mayoría calificada (más del doble de los diputados entre un bando y otro) en la Asamblea Nacional; denotan que esa utopía está muy cerca y que el debilitamiento de la Izquierda es una realidad.

El internacionalista Sergio Urdaneta, experto en la materia, “la izquierda en el concepto tradicional, ya pasó de moda, porque los pueblos entendieron que por razones de exclusión e injusticias no resultan de ayuda. En la medida que los pueblos fueron avanzando, la izquierda se fue quedando sin banderas. Las dictaduras alimentaban el pensamiento izquierdista y hoy en día los países buscan democratizarse”.

Para Tony Romero, director del canal de televisión Telecolor y conductor del programa de opinión A quien Corresponda, destacó que “Considero que todavía la izquierda en América Latina está en condiciones de ser gobierno. Pero lo que en verdad siento que está ocurriendo es que la izquierda dogmática, basada en el choque del capitalismo contra socialismo, va migrando a otras relaciones sociales parecidas a lo que el Papa planteaba sobre el tema de que las necesidades de la gente está por encima de las ideologías”.

Un artículo publicado por el diario El Colombiano, firmado por el periodista Daniel Armilora, destaca que “Corrupción y crisis económica son los dos asuntos que marcan la actualidad de varias naciones de la izquierda latinoamericana. En general, su popularidad se ha visto vulnerada, hasta el punto de que algunos gobiernos de la región pasan o han pasado recientemente por crisis política y de credibilidad”.

Caso Argentina

En cuanto a los resultados que frenaron el kirchnerismo, tras 12 años en el poder, Urdaneta asegura que la llegada de Macri abre un compás en el cono sur sobre los cambios que vienen.

“En Latinoamérica se está gestando un cambio. Ya hay más libertad y por eso los pueblos han buscado y conseguido mecanismos de participación. En el caso de Venezuela, el presidente Nicolás Maduro no ha entendido ese cambio, que, por ejemplo, en Cuba también entendieron. Aquí en Venezuela hay una indigencia general, porque los productos de la cesta básica, los medicamentos y muchas cosas elementales no se consiguen. En ese sentido, hasta los cubanos, que también estaban presos en ese discurso del socialismo, están buscando el cambio. Pero resulta que el liderazgo y el pueblo cubano comprendieron que debían cambiar, que la izquierda como concepto está desapareciendo y por eso buscan el cambio. Maduro pudiera hacer lo mismo, pero no lo hace ni lo hará porque no tiene el liderazgo de Raúl Castro, por ejemplo”.

Romero asegura que “en Argentina el modelo colapsó poco a poco... Pero no se extinguió sino que se fue mimetizando, dependiendo de las situaciones de cada zona. Macri llega empujado por una segunda vuelta y una fatiga del discurso asistencialista que nunca llena las expectativas.

Considerando otros ejemplos, Brasil tiene sus barbas en remojo con un expresidente como Lula DaSilva que no logra trasvasar su popularidad a su sucesora, Dilma Rousseff, quien ahora enfrenta la posibilidad de salir del gobierno antes del tiempo establecido. Mientras que  el exmandatario de Uruguay, José “Pepe” Mujica es un excelente exponente para el marketing de la nueva izquierda en Latinoamérica, pero no le da un fuelle para recorrerla”.

Experiencia venezolana

 “En Venezuela el líder Chávez tuvo que echar mano al tema de la izquierda para esconder su particularidad visión de ideología a la cual no voy a caer, en estos momentos, en la tentación de escrutarla. Si bien es cierto que, como dijo en algún momento Teodoro Petkoff: la izquierda en Venezuela ni olvida ni aprende. Quienes gobiernan han demostrado que no olvidan los rigores de lo que sufrieron y no aprenden que hay que entender la vida republicana como la entendemos en occidente”, aseguró Romero.

Armirola considera que “el chavismo tiene problemas para que los estantes de los supermercados tengan comida y bienes básicos en medio de una galopante inflación. El aparato productivo recibe cada vez menos incentivos y es creciente el uso de importaciones para intentar suplir la demanda”, siendo esta una de las razones por lo cual, el gobierno venezolano viene en picada. Para reforzar lo anterior, presenta una entrevista con Jesús Castillo, politólogo y director de la Fundación Zulia Productivo, quien asegura: “La ciudadanía en Venezuela está harta de los políticos. De los chavistas por la corrupción y por el mal manejo de la nación (…)  En realidad, lo que mueve al venezolano a marchar en este momento es la situación económica, la escasez, la inseguridad y otros problemas que lo afectan”.

Otros ejemplos

Un fuerte de la izquierda del continente es Evo Morales, mandatario de Bolivia. La agencia AFP destacó, hace pocos días, que “De cara al referendo del 21 de febrero, en que se consultará al electorado sobre la posibilidad de modificar la Constitución para permitir una nueva postulación de Morales a un cuarto mandato (2020-2025), la oposición hace centro en casos de corrupción que afectarían  la gestión del mandatario de origen indígena”. Es que algunos funcionarios del gobierno de Morales, como el exalcalde de El Alto, Édgar Patana, es acusado de cobrarle el 40% a ciertos trabajadores por obras que les asignaba.

La corrupción es la que parece socavar los sistemas izquierdistas del área, porque en Brasil, el país con la séptima economía del planeta, buscan enjuiciar a la presidenta  Rousseff, una exguerrillera de izquierda de 68 años, que inició un segundo mandato hace menos de un año, enfrenta tormentas en todos los frentes, con la economía en recesión desde el segundo trimestre, déficit fiscal, una inflación de dos dígitos y un desempleo creciente.

“El caso Petrobrás, que dejó en evidencia una compleja estructura de prebendas y sobornos para la firma de contratos con la empresa estatal más grande de A.L, puso en la mira de todos los brasileños a la presidenta Dilma Rousseff. Como muestra de esto, su popularidad en el mes de abril se ubicó en el 19 por ciento (y en diciembre de apenas un 9%), un mínimo desde que el izquierdista Partido de los Trabajadores está en el poder”, consideró el periodista Daniel Armilora, en su reportaje ya mencionado.

Hace 13 meses era impensable la posibilidad del debilitamiento del socialismo (izquierda) en el continente, pero los hechos ocurridos indican que “pueden haber más cambios”, en otros países de la región, y el año 2016 podría ser el escenario de esa metamorfosis, o por el contrario, del revivir de esa ideología.

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