El diario plural del Zulia

¡Rusia al borde de guerra civil! Mercenarios de Putin se rebelan y avanzan hacia Moscú

Grupo Wagner toma Rostov y amenaza con llegar a la capital rusa. El gobierno califica el motín de Prigozhin como “traición a la patria” y anuncia castigos.

“Somos 25.000 y vamos a descubrir por qué existe este caos en el país”, prometió Yevgeny Progozhin, jefe del grupo mercenario Wagner, clave en la invasión rusa contra Ucrania y las operaciones del Kremlin en África, tras tomar Rostov-on-Don, ubicada unos 1.000 kilómetros al sur de Moscú y declararse en rebeldía contra el ejército ruso, en lo que supone podría convertirse en el inicio de una guerra civil.

La acción sucede tras una escalada de acusaciones mutuas entre Progozhin y Vladimir Putin durante las últimas semanas, que tuvieron su máxima expresión este viernes, cuando el líder de Wagner aseguró que militares del Ejército de Rusia atacaron un campamento mercenario, matando a “una gran cantidad” de sus hombres. Tras ello, Progozhin indicó que “tomarían represalias”, destruyendo cualquier resistencia rusa que encontraran.

Prigozhin amenaza con marchar hacia Moscú. Sus fuerzas estárían dispuestas a seguir atrincheraradas en Rostov a menos que sus dos principales rivales, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu; y el principal general de Rusia, Valery Gerasimov, acudan a reunirse con él en una cita que parece más una emboscada que una negociación, según El Mundo de España.

El jefe de los Wagner exige nada menos que la destitución de Shoigu y el reemplazo de toda la cúpula. Putin se dirigió al país diciendo que todos los que tomaron las armas contra las autoridades son unos “traidores”, y que el ejército tiene órdenes de qué hacer.

Sacudón en el Kremlin

Por primera vez el poder del Kremlin ha sido puesto en cuestión desde una instancia armada, aunque se trata de un ejército privado con un estatus poco claro en Rusia. La agencia de inteligencia de defensa de Gran Bretaña describió la crisis como el “desafío más importante para el estado ruso en los últimos tiempos”: “En las próximas horas, la lealtad de las fuerzas de seguridad de Rusia, y especialmente de la Guardia Nacional Rusa, será clave para determinar cómo se desarrolla la crisis”.

Los rusos están viendo en sus casas blindados patrullando Moscú. Contemplan vídeos de gente en Rostov huyendo de explosiones. Están leyendo los desafíos armados al Kremlin mientras se acumulan imágenes que recuerdan al fallido golpe de Estado del verano de 1991, lanzado por la línea dura de la KGB.

Aunque aquel golpe fue derrotado, la URSS quedó herida de muerte. Salga como salga la respuesta de Putin, jamás se ha acostado tan débil como anoche. Es imposible que Rusia tenga hoy menos incertidumbre sobre el futuro. “En sus declaraciones y acciones, Evgeny Prigozhin esencialmente llama a la guerra civil en el país”, decía la presentadora de Piervy Kanal, la principal cadena de televisión, en su boletín especial.

El líder ruso evitó llamar por su nombre a Evgeny Prigozhin, que se ha hecho fuerte con sus hombres en el cuartel general militar del distrito sur de las Fuerzas Armadas rusas, ubicado en la ciudad de Rostov, fronteriza con Ucrania. Putin prometió que todos aquellos que se embarcaron en el camino de la rebelión “sufrirán un castigo inevitable. Se tomarán medidas tajantes para estabilizar la situación en Rostov del Don”.

Desde Rostov Prigozhin contestó a Putin que no tiene intención de rendirse.

El presidente está profundamente equivocado. Nadie se va a entregar a petición suya. Somos patriotas de nuestro país, luchamos”, añadió.

El fundador de Wagner ha dicho que su operación no es un golpe de Estado. Pero en realidad tiene todas las trazas de un desafío al poder de Putin. Incluso señaló que sus fuerzas “destruirían” cualquier resistencia, incluidas las barricadas y los aviones: “Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué hay tanto caos en el país”.

Prigozhin ha acusado al Ejército ruso de bombardear sus bases, después de meses criticando la falta de munición y la mala gestión de la guerra. Hasta ahora sólo atacaba a la cúpula militar, pero en su su mensaje del viernes cuestionó la decisión de empezar esta guerra.

En su mensaje a la nación Putin admitió tácitamente que Prigozhin ha tenido éxito en su toma de Rostov, donde según el presidente ruso la situación “sigue siendo difícil y el trabajo de las autoridades civiles y militares está prácticamente bloqueado”.

Medios locales informaron de que hay tanques en las calles de la ciudad. Hombres armados acordonaron la sede del Distrito Militar Sur, la administración local, los departamentos del FSB y el Ministerio del Interior. Pero si Prigozhin intenta avanzar hacia Moscú se encontrará con la dura resistencia de un régimen luchando por su vida.

Voluntarios y convictos

El ejército de mercenarios de Prigozhin está formado por voluntarios y convictos liberados. Aun así han puesto en jaque al que supuestamente es el segundo ejército del mundo, que tampoco ha logrado en año y medio cumplir la fantasía de Putin de unificar bajo su mando los viejos territorios del imperio ruso que quedaron dentro de las fronteras de Ucrania.

El viaje hacia el pasado, la escalada hacia el imperio, está resultando un revolcón propio de estado fallido. Los rusos quieren estar lo más lejos posible de ese escenario.

El pulso ha ido más allá de Rostov. Imágenes y testimonios recogidos hoy muestran combates activos a lo largo de la autopista M-4 al sur de la ciudad rusa de Voronezh, situada al norte de Rostov.

Hay vídeos de helicópteros y un camión destruido a lo largo de la carretera. Otras fotografías publicadas por los canales pro-Wagner de Telegram afirmaban mostrar a soldados rusos en un cruce fronterizo en Voronezh deponiendo las armas. Los residentes de la región informan de ruidos de combate. El gobernador de la región, Alexander Gusev, dijo que los militares rusos estaban entrando en acción en la región.

Putin prometió en su discurso televisado del sábado tomar “medidas decisivas” para estabilizar la situación.

Estas acciones, que dividen nuestra unidad, son, en esencia, derrotismo ante el propio pueblo. Ésta es una puñalada en la espalda de nuestro país y nuestra gente”.

Los guerrilleros de Wagner no parecen haber atendido sus palabras.Para tener alguna posibilidad de éxito, Prigozhin necesita atraerse a sectores descontentos del ejército y los servicios de seguridad rusos.

Las siguientes horas serán decisivas, pero algunas figuras que en su momento eran muy cercanas le han dado la espalda. El líder checheno Ramzan Kadyrov, guardó un ambiguo silencio durante horas. Controla un grupo considerable de soldados estimado en 20.000 hombres y ha sido siempre cercano a Wagner. Finalmente, por la mañana anunció que sus fuerzas se dirigían a las “zonas de tensión” y calificó el motín de Prigozhin como “una puñalada en la espalda”.

Tampoco Serguei Surovikin, el alto mando de la cúpula de Defensa más cercano a Prigozhin, que había sido encargado de las relaciones con los mercenarios, se ha puesto de su lado en este motín.

Surovikin, jefe adjunto de las fuerzas rusas en Ucrania cuyo liderazgo elogió Prigozhin en el pasado, pidió al líder de Wagner “detener los convoyes y devolverlos a sus bases”. El general pidió “no hacerle el juego al enemigo en un instante difícil para nuestro país”.

Zelenski aprovecha

Ucrania ha aprovechado el momento de debilidad para relanzar sus ataques en Bajmut. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, comentó sobre los eventos en Rusia.

Todo el que elige el camino del mal se destruye a sí mismo. Envía columnas militares para destruir la vida de otro país, y no puede evitar que huyan y le traicionen”.

Cada minuto que esta situación se prolonga en Rusia diezma la fortaleza de un régimen basado en el control total del poder. En su discurso de cinco minutos, Putin, evocó la Revolución Rusa de 1917, que ocurrió cuando el Imperio Ruso luchaba en la Primera Guerra Mundial. Aseguró  que hará “todo para proteger a Rusia” y que “nosotros prevaleceremos, saldremos más fuertes2.

Un destacado presentador de televisión estatal y duro propagandista a favor de la guerra, Vladimir Solovyov, lamentó sobre la posible “guerra civil” en Rusia en un video que publicó en sus redes sociales, instando a los combatientes de Wagner a retirarse.

“Hago un llamamiento a aquellos que se vieron arrastrados a una aventura criminal por engaños o amenazas, los que fueron empujados al camino de un delito grave: una rebelión armada”, expresó Putin, que denunció “las ambiciones desorbitadas y los intereses personales que llevaron a la traición”.

Blindaje en Moscú

En Moscú se han tomado medidas. El alcalde decretó la alerta antiterrorista. Todos los actos públicos han sido suspendidos. La policía registra algunas casas. En el área de la ciudad de Serpujov, cerca de Moscú, decenas de militares aterrizaron en el puente sobre el Oka en la carretera que va hacia el sur, informó el canal de telegramas Baza.

Pero hace tiempo que Prigozhin era sinónimo de agitación interna. En mayo se publicó un vídeo en el que el líder de Wagner, rodeado por los cuerpos de sus tropas, reprendía al ministro de Defensa, y al Jefe del Estado Mayor General por no suministrarles suficientes municiones. El viernes Prigozhin aseveró que la guerra en Ucrania se inició “para que Shoigu pudiera ascender a mariscal”.

El presidente ruso terminó su mensaje instando “a aquellos que están siendo arrastrados a este crimen a no cometer un error único, fatal y trágico, a tomar la única decisión correcta: dejar de participar en actos criminales”.

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