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¿Por qué algunos pacientes gravemente enfermos mejoran justo antes de morir?

Ha habido términos de diferentes épocas para describir este fenómeno, inexplicable hasta hoy para la ciencia: mejora de la muerte, último adiós, iluminación antes de la muerte, mejora del fin de la vida, la visita de salud, mejoría del adiós, episodios de lucidez, lucidez paradójica, lucidez terminal o el último rayo de sol

Cuando Alita Porto Reis pasó los 70 años, comenzó a perder su independencia y necesitar ayuda debido al alzhéimer.

Llegó al punto en que ya no podía comer, bañarse ni vestirse sola al avanzar la enfermedad. Apenas reconocía a alguien. Sin embargo, en los últimos días de su vida tuvo una mejora repentina, recoge un reportaje de la BBC Mundo.

De la nada, comenzó a hablar con mi madre. Se acordaba de todo", dice su nieta Samanta. "Mi abuela siempre tuvo una personalidad muy fuerte, pero olvidaba quién era, perdía su esencia. Y, en los últimos días, volvió".

Ese regreso también tuvo un significado especial para su hija Ana Lúcia.

"Terminó consolando a mi mamá con mucho cariño, dijo que todo estaría bien el día 31. Mi mamá lloró mucho, dijo que no quería perderla. Terminó muriendo exactamente el 31 de agosto de 2011", recuerda Samanta.

"En cierto modo, todo esto ayudó mucho a mi madre porque pudo cumplir el anhelo de su madre. Pudo sentarte y hablar con ella una vez más y decirle adiós".

Al doctor Frederico Fernandes, médico del Hospital das Clínicas de la Universidad de Sao Paulo (USP), no le sorprende, pues dice que "todos los que trabajan en hospitales tienen una historia como esta".

Algo parecido se puede decir de las residencias de ancianos. En Reino Unido, una encuesta de 2008 a empleados encontró que 7 de cada 10 presenciaron casos de pacientes con demencia o confusión mental que mejoraron poco antes de morir.

Ha habido términos de diferentes idiomas y épocas para describir este mismo fenómeno, inexplicable hasta hoy para la ciencia: mejora de la muerte, último adiós, iluminación antes de la muerte, mejora del fin de la vida, la visita de salud, mejoría del adiós, episodios de lucidez, lucidez paradójica, lucidez terminal o el último rayo de sol.

Pero ¿por qué algunos pacientes con enfermedades crónicas -incluso recientes como el Covid-19- muestran una mejora repentina antes de morir?

El sujeto "trascendental"

La pregunta viene al menos desde la época de Hipócrates, el médico griego considerado el padre de la Medicina que nació cuatro siglos antes de Cristo.

Él y otros griegos de la antigüedad creían que el alma permanece básicamente intacta mientras el cerebro se ve afectado por un mal funcionamiento físico o perturbaciones de la mente.

Creían que, durante y después de la muerte, el alma se liberaba de las limitaciones materiales, recuperando todo su potencial. La mente humana sería más que un mero producto de la fisiología del cerebro, quizás incluso involucrando una especie de 'sujeto trascendental' o 'vida interior oculta'", le explica a BBC Brasil el biólogo alemán Michael Nahm, quien acuñó el término "lucidez terminal" para este fenómeno y se centró en relatos históricos a lo largo de cientos de años.

Hay varias hipótesis que intentan explicar qué sucede, pero ninguna de ellas ha sido probada hasta el momento.

Entre ellas están las oscilaciones normales en pacientes críticamente enfermos, una reacción química en el cuerpo que funcionaría como instinto de supervivencia.

También el azar, o la persistencia de la conciencia durante la muerte. O el sesgo de confirmación, es decir, la gente muere todo el tiempo, pero acabamos recordando historias asombrosas de aquellos que mejoraron antes de morir.

También existen varios obstáculos, incluidos los éticos, para probar estas hipótesis, como la realización de exámenes invasivos en pacientes críticamente enfermos. Pero, ¿cuál sería la relevancia de comprender todo esto?

Para Nahm, los estudios pueden, en teoría, abrir puertas para comprender los mecanismos alrededor de la memoria más allá del sistema nervioso, por ejemplo.

"Si los recuerdos no solo se almacenan en el cerebro, sin duda aumentaría nuestra comprensión del procesamiento de la memoria y la mente humana, porque no podría reducirse a un mero subproducto de las neuronas activadas", sostiene.

¿Qué dicen los pocos estudios?

Los investigadores y expertos dicen que las fluctuaciones en la conciencia son comunes en pacientes con demencia en las etapas tempranas a moderadas de la enfermedad.

Pero los casos vinculados a este fenómeno tratan específicamente de episodios inesperados de lucidez en personas que habían perdido la capacidad de comunicarse de manera integral.

La mayoría de los estudios y reportes sobre este tema se centran en pacientes con enfermedades neurodegenerativas, pero hay otros de personas que tenían tumores, abscesos cerebrales, meningitis, enfermedad pulmonar avanzada, coma o accidente cerebrovascular, por ejemplo.

Y esta mejora repentina no siempre ocurre en vísperas de la muerte.

En 2009, Michael Nahm y Bruce Greyson, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Neuroconductuales de la Universidad de Virginia (EE. UU.), recopilaron 49 casos descritos en la literatura médica.

La pequeña muestra no permite sacar conclusiones amplias sobre el tema, pero sí da algunas pistas.

De los 49 casos, el 43% tuvo una mejoría repentina un día antes de la muerte, el 41% de dos a siete días y el 10% de ocho a 30 días.

La mayoría de los pacientes padecían demencia, cuya forma más común es la enfermedad de Alzheimer.

En general, este síndrome tiene una condición de atrofia progresiva del cerebro, pérdidas de sinapsis y neuronas y acumulación de sustancias tóxicas asociadas a un deterioro cognitivo que compromete varias áreas, como la memoria, el lenguaje y el razonamiento.

La prevalencia de la demencia entre pacientes con mejoría repentina en vísperas de la muerte también aparece en un estudio elaborado por el filósofo y científico cognitivo Alexander Batthyány, investigador de instituciones de Hungría, Austria, Rusia y Liechtenstein.

Analizó 38 casos de pacientes con demencia. Del total, el 44% de los episodios de mejora ocurrió un día antes de la muerte y el 31%, de dos a tres días. Además, el 43% de los episodios duraron menos de una hora y el 16% duraron un día o más.

Pero hasta ahora, no hay estudios que muestren cuántos casos existen realmente por año.

Las principales hipótesis

Un grupo de 10 investigadores, entre ellos Nahm y Batthyány, analizaron en 2018 la evidencia y llegaron a la conclusión de que es muy poco probable que este fenómeno se explique por una regeneración de las neuronas afectadas a lo largo del tiempo.

Por otro lado, estos cambios de conciencia pueden reflejar "ajustes complejos en las cascadas de señalización (un evento desencadena el otro), modificaciones sinápticas, interacciones de la red neuronal y quizás compensación temporal o reversión de la inhibición funcional crónica debida a proteínas neurotóxicas".

Fernandes, de la Universidad de Sao Paulo, plantea la hipótesis de que el cuerpo emite una descarga de hormonas del estrés cuando se da cuenta de que está cerca de la muerte, situación conocida como "lucha o huida", que es una especie de instinto de conservación fisiológica.

Explica que, en la fase inmediata anterior, se produce una liberación de adrenalina y otras sustancias que provocan cambios en el organismo, como el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, que mejoran el funcionamiento de otros órganos posiblemente comprometidos, como mejor activación neuronal e incluso la lucidez del paciente.

Esto puede ser cuando el cuerpo siente que está a punto de morir. Entonces tendría esta liberación, pero es transitoria. Y cuando estos compuestos se agotan, el paciente empeora y muere", explica.

Según él, si se confirma esta teoría, también podría proporcionar pistas sobre por qué esta mejora repentina es rara.

"En pacientes con enfermedades respiratorias graves, por ejemplo, el consumo de hormonas del estrés ya ha ocurrido antes de que el paciente tenga la oportunidad de tener una mejoría así. Pero algunos pacientes que tienen esta reserva pueden hacer uso de este dispositivo fisiológico".

Stafford Betty, profesor de Estudios Religiosos en la Universidad Estatal de California, dice que el problema pasa por lo que algunos llaman el alma.

"La razón por la que aparecen estos momentos de lucidez es que la conciencia del ser (que algunos llaman alma) ha logrado liberarse del cerebro y funcionar independientemente del sistema nervioso", dice.

¿Puede ocurrir incluso durante lo que conocemos como "muerte"? Quizás sea así, explica el neurofisiólogo Jimo Borjigin, de la Universidad de Michigan (EE. UU.)

Dirigió un estudio con ratones en 2013 que descubrió que incluso después de que el corazón y la circulación sanguínea se detenían, el cerebro seguía funcionando.

Más específicamente, hubo ondas gamma, asociadas en los humanos con la conciencia. Esto podría explicar las experiencias de lucidez terminal, por ejemplo.

Borjigin dice que los cambios en los niveles de oxígeno hacen que el cerebro pueda hacer que las personas con apnea del sueño se despierten y comiencen a respirar nuevamente, y un mecanismo similar ocurre con los pacientes con enfermedades crónicas.

En estos casos, cuando se cruza un umbral, el cerebro se activa y aumenta temporalmente su actividad con un alto nivel de conciencia que te permite hablar, actuar racionalmente y quizás eso es lo que hay detrás de la lucidez terminal".

Una de las hipótesis que señala el estudio liderado por Borjigin es que, a medida que los niveles de oxígeno y glucosa caen o fluctúan, hay un aumento en los niveles de neurotransmisores que daría como resultado una activación transitoria o inestable del cerebro.

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