Papa Francisco y Tabaré Vázquez analizan situacion de América Latina
El papa Francisco recibió en el Vaticano en audiencia privada al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, con el que conversó 40 minutos entre otros de la situación social y humanitaria de América Latina, indicó este viernes el Vaticano.
"En el desarrollo de las conversaciones se han detenido en la situación política nacional y regional, con especial referencia al desarrollo de las instituciones democráticas y a la situación social y humanitaria del continente", precisa en un comunicado la oficina de prensa de la Santa Sede.
"Las cordiales conversaciones han puesto de manifiesto las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y Uruguay, así como el interés común por el desarrollo integral de la persona, el respeto de los derechos humanos y la paz social", sostiene la nota.
El presidente uruguayo estaba acompañado de su esposa, María Delgado y de su hijo Álvaro.
Durante el tradicional intercambio de regalos, Francisco le obsequió a Vázquez un medallón de la paz y sus tres encíclicas: Amoris laetitia, Laudato Si y Evangelii gaudium.
"Escuché que Mujica hablaba por radio de Evangelii gaudium", comentó el papa al mandatario uruguayo con tono satisfecho al mencionar al expresidente José 'Pepe' Mújica, conocido sus posiciones de izquierda, quien al parecer comparte sus reflexiones espirituales.
Por su parte Vázquez regaló a Francisco una drusa de amatista uruguaya.
La víspera, el embajador uruguayo ante la Santa Sede, Francisco José Ottonelli, quien acompañó al presidente en su visita al Vaticano, adelantó que Vázquez deseaba pedir al papa la autorización de la apertura de los archivos vaticanos sobre la dictadura en Uruguay (1973-1985).
Una medida que Francisco ya tomó oficialmente para los archivos sobre la dictadura militar en Argentina (1976-1983), los cuales podrán ser consultados por las "víctimas y familiares directos de los desparecidos".
Varias organizaciones de derechos humanos y representantes de los familiares de desaparecidos argentinos pidieron en varias ocasiones al pontífice argentino la apertura de esos archivos, algunos conservados en la Secretaría de Estado del Vaticano así como en las oficinas de la Conferencia Episcopal local, con el fin de establecer la verdad sobre numerosos casos.
