Papa Francisco lava los pies de 12 reclusas para conmemorar el Jueves Santo
El papa Francisco cumplió con su tradicional misa de Jueves Santo la basílica de San Juan de Letrán este 28 de marzo. Tal y como acostumbra desde el 2013, el religioso compartió este día sagrado "lugares de sufrimiento", por lo que visitó una cárcel femenina.
Desde su silla de ruedas, y limitado por los problemas respiratorios que le han perseguido desde semanas atrás, el sumo pontífice lavó los pies de 12 reclusas, recreando de esta forma la última cena de Jesús con sus discípulos.
Las mujeres, muchas de ellas visiblemente emocionadas, besaron sus manos y lo recibieron con gran devoción. Previamente, había improvisado una breve homilía centrada en el perdón, pero no la leyó, esto debido a la presunta gripe que presentó recientemente.
Explicó que en esta fecha, cuando se conmemora la última noche antes de la Pasión de Cristo, Jesús hizo entender, lavando los pies a sus discípulos, que "había venido para servir y no para ser servido". "Jesús perdona todo, Jesús perdona siempre, solo espera que nosotros pidamos perdón", expresó.
"Todos tenemos pequeños o grandes fracasos, todos tenemos una historia, pero el Señor nos espera siempre con los brazos abiertos y no se cansa nunca de perdonar", afirmó desde una carpa en el patio de la cárcel, ante las presas y el personal de la institución.
En sus 11 años de pontificado, Francisco ha celebrado la misa In Coena Domini en cárceles, pero también en centros de acogida para refugiados, en correccionales de menores o en residencias, con los enfermos.
"Ahora haremos lo mismo que hizo Jesús, lavar los pies, que es un gesto que llama la atención sobre la vocación del servicio. Pidamos al Señor que haga crecer en todos nosotros la vocación del servicio", agregó.
Se espera que este viernes acuda al Coliseo Romano para presidir el Vía Crucis de Viernes Santo, que por primera vez contará con unas meditaciones redactadas por él mismo.
