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Papa conversa de ecología e inmigración con príncipes de Mónaco

El papa Francisco recibió este martes en el Vaticano al príncipe Alberto II y la princesa Charlene de Mónaco, con quienes conversó sobre protección del medioambiente, ayuda humanitaria y acogida de inmigrantes.

Durante la reunión de veinte minutos en el palacio apostólico, donde Francisco recibe a los Jefes de Estado y Gobierno, "se han subrayado las buenas relaciones bilaterales existentes y se ha constatado la aportación histórica de la Iglesia Católica a la vida del Principado", explicó el Vaticano en una nota.

También se han tratado "algunas cuestiones de interés común, como la salvaguardia del ambiente, la ayuda humanitaria y el desarrollo integral de los pueblos" y "diversas problemáticas que interesan a la comunidad internacional como la paz y la seguridad, la acogida de los inmigrantes y la situación general en la región del Mediterráneo y en Oriente Medio".

Los príncipes iban acompañados de un séquito de seis personas y pero acudieron al Vaticano sin sus hijos, los mellizos Jaime y Gabriela, que celebraron su primer año de edad hace unos días.

La conversación que mantuvieron en inglés con la presencia de un intérprete fue cordial, como se apreció durante la entrega de regalos cuando el príncipe Alberto II al obsequiar al pontífice con una cesta de productos alimenticios bromeó: "Espero que el queso esté bueno".

Alberto II también entregó al Papa una copia de la encíclica "Laudato Si" en una edición especial realizada en el Principado y al entregársela le dijo: "Creo que la conoce", a lo que Francisco respondió bromeando: "Me parece que ya la he leído".

Más seria apareció Charlene, vestida con un abrigo color marfil y velo blanco, color permitido ante el pontífice para las princesas y reinas católicas, y que se arrodilló al saludar a Francisco.

El Papa regaló a los príncipes de Mónaco la medalla de San Martín de Tours recordando que es la imagen de la ayuda a los pobres y también tenía preparado un peluche y una muñeca para regalar a los mellizos.

"Rezaré especialmente por vuestros hijos", dijo Francisco al despedirse de los príncipes.

Francisco ya había enviado un mensaje de felicitación que se leyó durante el bautizo de los mellizos en mayo de 2015.

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