Migración Colombia: Deportar venezolanos no resolverá tema de la inseguridad

Lucas Gómez, gerente de Fronteras en Colombia, aseveró este jueves que la deportación de aquellos migrantes venezolanos que delinquen en el vecino país "no es la receta mágica al problema", sino más bien defendió que las personas que cometan delitos deben ser judicializados por las leyes colombianas.

Gómez, entrevistado por BluRadio, subrayó que la criminalidad "no tiene pasaporte" y que actualmente se está viviendo un problema en Colombia porque la población está asociando de forma sistemática los hechos delictivos con la migración venezolana.

En ese sentido, resaltó la necesidad de que se trabaje en la individualización de los casos y su posterior proceso judicial. Para ello, aseguró, el Estatuto Temporal de Protección da herramientas a los organismos para evitar que ocurran generalidades y disminuir los eventuales crímenes que puedan estar cometiendo los antisociales venezolanos, reseñó Tal Cual.

Además, explicó que con la extensa frontera que comparte con Venezuela y sin el trabajo conjunto con las autoridades del país, es mejor aplicar el peso de la ley en Colombia porque si se deportan, tendrían la posibilidad de regresar y continuar con el delito.

A esa ínfima minoría de delincuentes de nacionalidad venezolana tenemos que atacarlos con todo el peso de la ley y más que expulsarlos, judicializarlos en nuestro país”, puntualizó.

Puso el ejemplo que en Bogotá. de las 180.000 personas que han detenido por la presunta comisión de delitos, 96.000 han sido privadas de libertad y de ese número, menos de mil migrantes venezolanos han estado inmersos en actividades criminales.

Hizo mención que gracias a información de inteligencia saben que existen bandas delincuenciales provenientes de Venezuela en Colombia, al igual que otras organizaciones criminales de otras nacionalidades que tienen actividades en otros países. En ese sentido, afirmó que se está atacando con "toda la contundencia posible" este flagelo.

Las declaraciones de Gómez se producen días después que la Policía en Cúcuta confirmara la presencia de "El Koki" y otros elementos de su banda, tras los enfrentamientos registrados en la Cota 905 de Caracas a principios de julio y por los cuales el Estado venezolano ordenó la detención de Freddy Guevara por su presunta vinculación con estos hechos.