El diario plural del Zulia

Francisco insta a imitar a la madre Teresa para aliviar sufrimiento del mundo

El papa Francisco instó sábdado a imitar el ejemplo de la madre Teresa de Calcuta, que mañana será proclamada santa, para aliviar el sufrimiento del mundo, en el discurso que pronunció ante los llamados operarios y voluntarios de la misericordia en la Plaza de San Pedro.

"Mañana, tendremos la alegría de ver a madre Teresa proclamada santa. Este testimonio de misericordia de nuestro tiempo se añade a la innumerable lista de hombres y mujeres que han hecho visible con su santidad el amor de Cristo", recordó el pontífice.

Y entonces pidió a los fieles imitar su ejemplo: "ser instrumentos humildes en las manos de Dios para aliviar el sufrimiento del mundo, y dar la alegría y la esperanza de la resurrección".

Al nombrar a Teresa de Calcuta, los fieles de Plaza de San Pedro aplaudieron y Francisco les animó a continuar porque, dijo, "lo merece".

La audiencia estuvo dedicada a los llamados voluntarios de la Misericordia, los que en este Año Santo se han dedicado a ayudar a las personas necesitadas, según reseña EFE.

Asistieron unas 40.000 personas, entre ellas muchas de las Hermanas de la Caridad, la congregación fundada por Teresa de Calcuta, y que llegaron hasta Roma para la canonización.

En su discurso, Francisco afirmó que "no se puede mirar para otro lado y dar la espalda para no ver muchas formas de pobreza que piden misericordia".

El pontífice aseguró que dar la espalda a estas personas que necesitan ayuda es "un pecado grave, un pecado moderno, un pecado de nuestros días y los cristianos no se lo pueden permitir".

"No sería digno de la Iglesia ni de un cristiano pasar de largo y pretender tener la conciencia tranquila sólo porque se ha rezado", insistió.

Y subrayó: "No me cansaré nunca de decir que la misericordia de Dios no es una idea bonita, sino una acción concreta; y que la misericordia humana no será auténtica hasta que no se concrete en el actuar diario".

Elogió la labor de estos voluntarios "que cada día, casi siempre de forma silenciosa y oculta, dais forma y visibilidad a la misericordia" y " manifestáis uno de los deseos más hermosos del corazón del hombre: hacer que una persona que sufre se sienta amada".

"El mundo tiene necesidad de signos concretos de solidaridad, sobre todo ante la tentación de la indiferencia, y requiere personas capaces de contrarrestar con su vida el individualismo, el pensar sólo en sí mismo y desinteresarse de los hermanos necesitados", señaló.

Al terminar la ceremonia, Francisco invitó a rezar en silencio "por todos los que sufren, por el sufrimiento en el mundo, por los que son desechados por la sociedad y los voluntarios que salen a buscar la carne de cristo para tocarla y curarla".

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