El diario plural del Zulia

Elio Cumana: El venezolano que derrotó al Darién y cayó en masacre de mall en Texas

Univisión cuenta la historia del joven mirandino que salió de Venezuela y cruzó el continente en busca del sueño americano y que encontró la muerte en un mall de Allen

El sábado 6 de mayo, alrededor de las tres de la tarde, un auto de color gris se estacionó a unos cuantos metros de la entrada de una tienda en el centro comercial Allen Premium Outlets, a unos 30 minutos del centro de la ciudad de Dallas.

Un hombre armado con un rifle de ataque AR-15 se bajó, y unos cuantos pasos más adelante abrió fuego contra los visitantes del lugar; 180 segundos más tarde, ocho personas, incluidos tres niños, habían perdido la vida.

Un policía que estaba en sitio logró abatir al hombre. Menos de 24 horas antes de que el sonido de las risas, pasos y bolsas plásticas cambiara por detonaciones y gritos en el mall, a unas dos mil millas de distancia, Santos Emilio Cumana recibía a través de un mensaje de texto un video de su hijo, fue la última vez que lo vio con vida, ya que Elio fue la octava víctima de la masacre.

En el corto, el joven jugaba con una caja de botellas de agua, mientras con una sonrisa decía “llegó el agua” y le pedía la bendición a su papá.

Atravesó el Darién

Elio Cumana Rivas de 32 años, salió de Venezuela en el 2021 en busca de una mejor calidad de vida, como muchos migrantes de su país, el joven atravesó la selva del Darién, una de las zonas más hostiles y peligrosas de todo el mundo, una fortaleza natural que divide a Colombia y Panamá.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, OIM por el juego de sus siglas, durante el año pasado se registraron 41 personas desaparecidas o muertas en la zona, sin embargo, al ser un corredor manejado por grupos criminales y de difícil acceso, es prácticamente imposible tener un conteo real.

Elio llegó a Panamá y pasó allí dos años. Trabajó como repartidor e intentó varias veces seguir sus estudios universitarios en ingeniería eléctrica, pero se dedicó a trabajar para ayudar a su familia y a su pequeña hija que vive en Colombia y que cumplió seis años, cuatro días después de la muerte de su papá en Texas.

Un amigo de Elio decidió seguir su camino rumbo a Estados Unidos, y convenció al joven de seguirlo. En octubre, llegó al norte del estado de la estrella solitaria, y solicitando asilo convirtió la ciudad de Dallas en su nuevo hogar.

Según su padre, era muy popular entre sus familiares y panas (amigos en Venezuela) por sus chistes y la manera en que a todo lograba sacarle una sonrisa, por ejemplo, rentó un auto que poco después le robaron en Dallas. ¿Qué hizo Elio? Respondió con bromas entre sus hermanos, sobre la delincuencia en su país y cómo en Estados Unidos lo robaron.

Bromas entre hermanos

Su hermano Gregory, padre de dos gemelas, nos contó desde Los Teques, una pequeña ciudad muy cerca de Caracas, que Elio empezó a trabajar de nuevo como repartidor, y logró ahorrar y comprar un pequeño auto.

“Mándame unos 500 o mil dólares para comprar una Harina Pan”, era la broma entre los dos hermanos. En el último mensaje de Gregory para Elio se puede leer: “Brother… brother… brother”. Sin respuesta.

Otro de los hermanos Cumana, que vive en Chile, recibió una llamada el lunes, del otro lado de la línea un hombre se presentó como agente del FBI, Buró Federal de Investigaciones, desde Texas. Le contó que su hermano había muerto en el ataque. Momentos después, en Caracas, su papá recibía la noticia.

Hasta el sábado a las tres de la tarde, la historia de Elio podía ser la de cualquier migrante en Estados Unidos

Su pequeña hija en Colombia, sus padres en Venezuela, uno de sus hermanos en Chile, y la anécdota de cruzar gran parte del continente americano para llegar al gigante del norte. Trabajaba más de 10 horas diarias y le costaba hablar inglés. ¿En qué cambió? En un ataque que duró tres minutos.

Elio, ahora forma parte de las 14 mil personas en el país que han muerto en hechos similares, según las cuentas del presidente Joe Biden.

Necesitan ayuda

Los restos del joven, o chamo, sigue en la morgue. Su padre y hermanos luchan para llevarlo de nuevo a Venezuela, pero por la falta de un cuerpo diplomático de su país en Estados Unidos, la tarea es una misión prácticamente a ciegas.

“Estoy molido de sentimientos”, comenta el papá de Elio que ya perdió dos hijos antes. El mayor de los Cumana pensó en cremar el cuerpo de su hijo y dejarlo en Texas, pero todos quieren que regrese a Venezuela.

El Consulado General de México en la ciudad de Dallas guía a la familia en los trámites y junto a organizaciones migrantes buscan la manera de que Elio Cumana Rivas regrese a casa.

Gregory concluyó la entrevista con Univision 23 diciendo que por el momento no piensan abrir una cuenta en GoFundMe u otra plataforma, ya que lo que perdieron, en sus palabras, no se puede comprar con dinero.

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