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Elefantes para turistas pasan hambre en Tailandia por la pandemia

Desde que cesó el flujo de turistas, Ekasit, un elefante de 43 años, está encerrado, con las patas trabadas, más de 18 horas al día en un campamento a unos 30 kilómetros al oeste de Chiang Mai

Elefantes mal alimentados y encadenados en lugares turísticos vacíos. En Tailandia la vida de 2.000 elefantes depende de una ayuda financiera de emergencia para sus dueños, que se han quedado sin ingresos debido a la pandemia de COVID-19.

Desde que cesó el flujo de turistas, Ekasit, un elefante de 43 años, está encerrado, con las patas trabadas, más de 18 horas al día en un campamento a unos 30 kilómetros al oeste de Chiang Mai (norte), reseña Semana

Debido a la falta de ingresos, su dueño no tiene suficiente comida para darle. La única opción para el animal es mendigar plátanos en el templo vecino y recorrer la carretera en busca de hierbas altas, muy escasas durante la estación seca, especialmente severa este año.

No es suficiente. Solo tiene la mitad de su ración diaria. Su salud está en peligro", explica a la AFP su guardián, Kosin.

Lo mismo sucede en muchas estructuras donde los elefantes, a fuerza de estar menos alimentados y encadenados, "a veces se pelean entre sí y se lastiman", señala Saengduean Chailert, del Elephant Nature Park, un refugio para 84 paquidermos.

El virus obligó a los visitantes chinos (más del 25% de los turistas) a permanecer en sus hogares. Posteriormente, los campamentos fueron abandonados a medida que la enfermedad avanzaba en el mundo, obligando a muchos países a bloquear sus fronteras.

A mediados de marzo, las autoridades ordenaron el cierre temporal de todos los parques de elefantes para tratar de detener la propagación de la COVID-2019, que hasta la fecha ha infectado a más de 1.500 personas en Tailandia.

Mae Taeng, uno de los parques más grandes del país, recibía hasta 5.000 visitantes al día antes de la crisis y percibía importantes beneficios financieros, con paseos a caballo con elefantes y espectáculos polémicos con paquidermos bailando o pintando.

Pero decenas de pequeñas estructuras ya no pueden pagar los gastos. La mayoría alquilan sus elefantes, entre 700 y 1.200 dólares al mes.

A eso se añaden unos 50 dólares para alimentar cada día el paquidermo y pagar a su cuidador. "Muchos no podrán reabrir tras la crisis", subraya Saengduean Chailert.

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