El glosario criminal del Tren de Aragua en la explotación sexual de sus víctimas
“Los primeros meses que estuve ahí era carne fresca. Decían ya llegó carne fresca, tiene 17 años, tiene 16. Es una niña. Terminé primero en un estudio webcam por la desesperación, la necesidad de tener un hijo al que sacar adelante y no tener un empleo. Nadie esta ahí por placer, nadie esta ahí porque le gusta (…) Cuando logras salir de ahí es sumamente difícil porque si tienes hijos te amenazan con que van a matar a tus hijos. Incluso teniendo a tu familia en Venezuela, tu familia no está segura. Las amenazas casi siempre de muerte”, contó Catalina*, una migrante venezolana que cayó en manos de una red de trata operada por el Tren de Aragua en Colombia.
Desde 2018, cuando la diáspora venezolana se incrementó, esa ha sido una de las realidades más dolorosas y palpables de la crisis. Las cifras oficiales sobre trata de personas con fines de explotación sexual no dimensionan el fenómeno y el subregistro de casos es incalculable. Entre 2018 y marzo de 2023, solo 147 migrantes venezolanas han sido registradas por el Ministerio del Interior como víctimas de explotación sexual en Colombia.
Un trabajo de investigación hecho por El Espectador y varios medios venezolanos muestra cómo funciona esta red.
Glosario de un delito
Las llaves: Los hombres que pagan por los servicios sexuales de las mujeres explotadas en la prostitución por el Tren de Aragua.
El llavero: Así se conoce a los proxenetas del Tren de Aragua que ofrecen los servicios sexuales de las mujeres prostituidas.
Pollitas: Así son llamadas las niñas o jóvenes menores de edad explotadas sexualmente por el Tren de Aragua en la prostitución.
Dentro del esquema está la "gran inauguración". Se trata de un letrero que colocan en los establecimientos o bares, en especial entre la frontera de Colombia y Venezuela, cuando llega una nueva joven (la mayoría menores de edad) a iniciarse en la prostitución. Por lo general llega engañada o endeudada con la organización criminal.
Se conoció además que el Tren de Aragua utiliza una agencia de marketing como fachada para reclutar a mujer venezolanas en redes sociales con falsas ofertas de trabajo como promotoras o ayudantes de peluquerías o reposterías en Colombia, Perú y Chile.
Como piezas clave están los asesores, miembros del Tren de Aragua que se encargan de dar dinero y acompañar el traslado por tierra y hospedaje de las mujeres que serán explotadas sexualmente en diferentes países de la región.
Ellos aportan una "ayuda" a estas chicas, que puede sobrepasar los 2.000 dólares, para que realicen su viaje. Las mujeres son obligadas a prostituirse para saldar la deuda.
El "patrón" es el proxeneta encargado de vigilar a las mujeres explotadas sexualmente y recibir el dinero de la deuda que adquieren con el Tren de Aragua.
También se encarga de enviar estos pagos a la organización, bien sea en Venezuela, Colombia o Estados Unidos.
En Colombia, las migrantes venezolanas son trasladadas por tierra, a través de las terminales de transporte público y de carros particulares, principalmente hasta Ipiales (Nariño) o La Hormiga (Putumayo), hacia la frontera con Ecuador. Rutas que prefieren los tratantes por su bajo costo y sus débiles controles migratorios.
La exportación de este delito, a través de los vagones del Tren de Aragua, comenzó entre 2017 y 2018, en los peores años de la emergencia humanitaria compleja de Venezuela. Una funcionaria de la policía judicial explicó que fue durante estos años cuando comenzaron a aumentar drásticamente las denuncias y detenciones asociadas a este delito.
Aunque no hay cifras oficiales que permitan tener una idea de la gravedad de este delito, la creación de una oficina en la policía científica, dedicada exclusivamente a la investigación de la trata en septiembre de 2022, pudiera ser un indicador del crecimiento que ha tenido esta economía ilícita y la preocupación que ha despertado en las autoridades.
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