El diario plural del Zulia

El final de un populista, Pedro Castillo enfrenta 20 años de prisión

Castillo fue detenido “en flagrancia” y es acusado por los delitos de sedición, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública, tras intentar disolver el Congreso y gobernar por decreto

El ahora exmandatario de Perú, Pedro Castillo, intentó, la mañana de este miércoles 7 de diciembre de 2022, disolver el Congreso y gobernar por decreto, pero el Ejército no lo apoyó; fue destituido por el poder legislativo y detenido.

El exjefe de Estado, emitió un mensaje televisado en el que informó sobre la disolución del Congreso y la activación de un toque de queda, sin embargo, integrantes de su gabinete le renunciaron y las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional también rechazaron la orden. Luego, el Congreso sesionó para aprobar la destitución, que concretó con 101 votos de los 87 que eran necesarios.

Castillo se caracterizó por ser un político ajeno a las élites que alcanzó el poder aupado por un discurso antiestablishment (contra el orden establecido) de tintes populistas. El exlíder sindical prometió cuando asumió la presidencia, tocado con su sombrero de palma y la mano en la Biblia, transformar un país fracturado y profundamente polarizado tras unas elecciones que le habían enfrentado a la derechista Keiko Fujimori. Desde ese día, sin embargo, no solo se agravó la espiral de inestabilidad sino que Perú entró en una etapa política sin rumbo que acabó este miércoles en la destitución y detención del gobernante.

En medio de un ambiente de agitación política y social, el maestro rural que llegó al poder con una promesa de cambio profundo, fue detenido “en flagrancia” y enfrenta una pena de 20 años de cárcel por los delitos de sedición, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.

El expresidente permaneció varias horas detenido en la Prefectura de Lima, luego fue conducido, en medio de un fuerte resguardo, a un cuartel policial en el distrito del Rímac para abordar un helicóptero que lo llevó al penal de Barbadillo, como se conoce a la prisión policial ubicada en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes).

Peruanos se concentraron en la embajada de México en ese país para impedir que el mandatario buscara refugio. Dina Boluarte, quien se desempeñaba como vicepresidenta, se convirtió en la primera mujer presidenta de Perú. Completará el actual periodo presidencial, que termina en 2026.

La política de 60 años desde el Congreso, llamó a la unidad y convocó a las fuerzas políticas y democráticas a conformar un gabinete de “todas las sangres”.

 

 

 

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