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El déficit de gas natural preocupa a Colombia y presiona a Petro a repensar sus políticas

La crisis energética que atraviesa Colombia por la falta de lluvia podría agravarse de cara al año 2025, cuando se espera que el país deba incrementar significativamente sus importaciones de gas natural. Por otro lado, la posibilidad de importar gas desde Venezuela parece lejana debido a que el oleoducto requiere una revisión técnica y una "puesta a punto" 

La falta de gas natural obligó a Colombia a incrementar más de 2.500 % las importaciones durante 2023 y amenaza con jaquear al sistema energético en los próximos años. En diálogo con Sputnik, el experto Camilo Prieto advirtió que el gas importado desde EE. UU. es "cuatro veces más caro" y es más contaminante.

La crisis energética que atraviesa Colombia por la falta de lluvia podría agravarse de cara al año 2025, cuando se espera que el país deba incrementar significativamente sus importaciones de gas natural. Además de amenazar la economía del país sudamericano, la falta de gas pone en aprietos la negativa del presidente Gustavo Petro de habilitar nuevos yacimientos propios en territorio colombiano.

Ricardo Roa, el presidente de la petrolera estatal colombiana Ecopetrol, había anunciado en el mes de marzo que la empresa proyecta que tener un déficit del 17 % de la demanda de gas natural a partir de 2025 y que podría incrementarse exponencialmente para 2026.

La circunstancia actual en Colombia es que hay un crecimiento de la demanda de energía en general y particularmente de gas natural, tanto por el mayor número de viviendas como porque, producto del fenómeno de El Niño, las centrales térmicas están teniendo un mayor uso", explicó a Sputnik el ingeniero colombiano y experto en energía Camilo Prieto.

El especialista advirtió que, a la coyuntura de mayor consumo, se suma el hecho de que las reservas de gas natural de Colombia son cada vez más limitadas debido, en gran parte, a la política del Gobierno de Gustavo Petro de suspender la apertura de nuevas exploraciones de hidrocarburos en el país.

Un estudio de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas citado el 5 de abril por el diario colombiano La República, asegura que las reservas de gas natural colombianas se redujeron un 48,93% en los últimos 15 años. En efecto, el país sudamericano pasó de tener una expectativa de reservas de gas para 14,1 años en 2007 a reservas para 7,2 años en 2022.

Para la organización que nuclea a los empresarios, el país podría entrar en un "déficit estructural de gas" en 2028 si no hay un acuerdo entre el Gobierno, la industria y las comunidades para volver a habilitar la apertura de nuevas exploraciones.

Prieto explicó que, a medidas que las reservas propias de gas se vuelven menores, Colombia se ha visto obligado a incrementar año a año las importaciones de gas licuado que luego debe ser regasificado en la planta ubicada en la ciudad de Barú, en el Caribe colombiano. Un informe de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) citado por La República señala que durante el año 2023 las importaciones de gas se incrementaron más de 2.500%.

El especialista advirtió que uno de los mayores problemas detrás del aumento de la importación de gas natural es que llega a Colombia "a un precio cuatro o cinco veces superior" al gas que puede producirse en territorio colombiano.

Para empeorar las cosas, el gas importado tiene sensiblemente un "mayor impacto ambiental" que el local, ya que debe contabilizarse la energía que requiere el proceso de regasificación y el costo energético de trasladar ese gas. "Es un poco paradójico porque nos dicen que no hay que extraer más gas en Colombia, pero sí utilizamos el gas importado que tiene mayor impacto ambiental", subrayó Prieto.

El gas venezolano, aún lejos

Si bien la mayor cantidad de gas importado por Colombia proviene de EE. UU., la empresa Ecopetrol anunció su intención de sumar la compra de gas venezolano, gracias a un acuerdo existente con la petrolera estatal venezolana PDVSA y la existencia de un gasoducto binacional de 224 kilómetros que une a ambos países, pero que no opera desde 2015.

Prieto aclaró que por el momento la posibilidad de importar gas desde Venezuela parece lejana debido a que el oleoducto requiere una revisión técnica y una "puesta a punto" que no permite tener certezas de las fechas de llegada del gas o el costo, el volumen a trasladar o el costo que finalmente tendrá la operación.

Hay una distancia grande entre la foto de Nicolás Maduro y Gustavo Petro y la llegada del gas porque todavía tenemos esas incertidumbres técnicas", precisó el ingeniero.

¿Petro debe rever su política de hidrocarburos?

Así las cosas, Prieto consideró que el Gobierno colombiano debería rever su postura y analizar la posibilidad de explorar los yacimientos convencionales de gas con los que cuenta en el territorio, ante la necesidad de que el país no ingrese en una zona de mayores urgencias energéticas.

"Mi preocupación es que esta situación va a hacer que la soberanía energética de Colombia esté en riesgo y el país pueda terminar viviendo una situación como la que está atravesando Ecuador, que cuando Colombia le restringió las exportaciones de energía debió iniciar los apagones", alertó.

Si bien valoró la intención del Gobierno colombiano de "descarbonizar la economía" del país, Prieto remarcó que no se avanzará en ese camino incrementando las importaciones de gas, ya que "tienen incluso más emisiones que el gas nacional".

En la misma línea, apuntó que las actividades que más generan gases de efecto invernadero actualmente en Colombia son la deforestación y la ganadería y recién después vienen los usos derivados de la explotación de hidrocarburos. Por eso, consideró que el Gobierno debería poner más atención en combatir la deforestación, en caso de querer generar una reducción significativa de emisiones de CO2.

"Hasta ahora el Gobierno de Petro ha sido muy enfático en que no quiere revertir su decisión (de no permitir nuevas exploraciones) pero creo que la realidad energética del país está dando una señal de que debe reevaluar su postura", sintetizó el experto.

Para Prieto, no volver a apostar por la generación nacional de gas natural no solo tendrá una afectación ambiental "sino también económica para el país". Además, señaló que la propia Unidad de Planeación Minero Energética de Colombia estima que Colombia seguirá requiriendo gas natural hasta 2052.

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