El diario plural del Zulia

Diana Fernández Velasco lidera una Chica Carpintera, emprendimiento que causa furor en Santiago en el diseño de cocinas

La venezolana, diseñadora de muebles, asegura que "nunca abandoné la idea de tener de nuevo nuestro negocio así que abrí una cuenta en instagram y le llamé @chicacarpintera. Le dijo a su esposo que hablaría con su jefe para empezar a vender cocinas y así lo hizo

Diana Fernández Velasco @chicacarpintera , diseñadora de muebles venezolana, recomenzó en Chile. Lo hizo porque, junto con su esposo, Carlos Giannotty, supo internalizar procesos, adaptarse al entorno, reaprender y arriesgarse.

"Aprendí de manera autodidacta y trabajando en la fábrica de la familia de mi esposo. Desde muy jóvenes estamos en este rubro en Venezuela. A los 23 años tuvimos nuestra fábrica de cocinas empotradas Cocinas Giannfer CA. Siempre nos fue muy bien. Llegamos a asistir a Decoralia y Construya y a participar en exposiciones de gran renombre, ganamos premios y demás. Fue una experiencia maravillosa hasta que entendimos que debíamos emigrar para garantizarle a nuestros hijos un mejor futuro", cuenta esta emprendedora de 41 años.

Así fue como planificaron y arribaron a Chile en marzo de 2019 con Visa de Responsabilidad Democrática, lo que le facilitó a la pareja a encontrar sus primeros empleos, reseñó Crónicas de Chile.

Diana empezó en una carpintería como vendedora, pero solo duró 15 días. Emocionalmente le resultó difícil saberse en otro lado del negocio sin ejercer la jefatura. "Me costó aceptarlo y sufrí. Ahora que lo pienso o que supere ese duelo, me río de mí porque debí quedarme y aprender del proceso que se me presentaba", sostiene.

Luego trabajó por 6 meses en la empresa funeraria Nuestros Parques vendiendo sepulturas. Le sirvió para conocer al público chileno. En sus palabras se dedicó a estudiarlo para garantizar una buena atención un mejor servicio. También aprendió a desplazarse por Santiago.

"Nunca abandoné la idea de tener de nuevo nuestro negocio así que abrí una cuenta en instagram y le llamé @chicacarpintera . Poco a poco subía fotos de trabajos y veía como se movía el negocio. Afortunadamente Carlos trabajaba en una fábrica de muebles y fue muy bueno, ya que vivió su proceso de adaptación y aprendizaje para luego usar todo eso en nuestro emprendimiento", recuerda Fernández Velasco.

Un día, Diana le dijo a su esposo que hablaría con su jefe para empezar a vender cocinas y así lo hizo. "Hablé con él y le propuse una alianza y de esa manera @chicacarpintera inició actividades. En menos de un mes me encontraba visitando y diseñando cocinas", explica.

Al principio fue muy complicado. Trabajaban hasta la madrugada y a veces les tocaba dormir dentro del carro en una estación de servicio porque les ganaba el sueño y el cansancio luego de una instalación.
Hoy como empresa constituida, suman 7 meses y se integraron más personas.

"Estamos formando un equipo maravilloso"

Carlos es 'El Maestro', con estudios en ingeniería industrial. A él siempre le gustó la carpintería y enseñar y eso me lleva a mi próximo plan: crear una "Escuela de Melamina", para que cualquier persona pueda incursionar en este oficio, principalmente jóvenes que vean el oficio como una potencial profesión", proyecta.

Para Diana la carpintería es una pasión. Asegura que con muy poco se pueden lograr grandes cosas. "Esto sería un aporte para los migrantes. Les estaríamos dando una oportunidad de tener un oficio que pueden ejercer en cualquier parte del mundo y hasta llegar a emprender. Me gustaría que no se pierda este oficio y que la juventud lo vea como una opción", precisa.

Fernández Velasco recomienda a los venezolanos en el mundo a tratar de canalizar los pensamientos de la mejor manera. "Lo más difícil está en nuestras mentes. A veces nos llenamos de paradigmas y nos ponemos trabas nosotros mismos. Emigrar no es fácil y cada quien tiene una historia y suertes diferentes, pero es muy importante mantener buena actitud y disfrutar cada proceso que nos toca vivir".

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