Cuerpos de los siete migrantes venezolanos fallecidos en México fueron repatriados
Los cuerpos de los venezolanos que fallecieron en el incendio que se registró en un centro de migrantes en Ciudad Juárez (México) hace más de 20 días, fueron trasladados el domingo 16 de abril a la Ciudad de México. En la capital del país azteca, se hizo entrega de los siete cadáveres a las autoridades diplomáticas del gobierno venezolano.
De acuerdo con lo reseñado por El Diario, los representantes consulares venezolanos se hicieron cargo de recibir los cuerpos y certificar el proceso de entrega de los mismos, así como el respectivo abordaje a la aeronave militar con destino a Venezuela.
Los funcionarios mexicanos informaron que los trámites se realizaron entre el 4 y el 14 de abril y que las autoridades venezolanas fueron las últimas en reclamar e identificar a sus connacionales.
Los fallecidos quedaron identificados como Orlando José Maldonado Pérez (26), procedente del estado Táchira; José Alexánder Leal (21) y José Rafael Mendoza, de Maracaibo.
Además, de Samuel José Marchena, Oscar José Regalado Silva (25), de La Guaira; Rannier Edilber Requena Infante (29), de San Juan de Los Morros y Orangel José López Guerrero (23) de Guarenas.
El medio local detalló que el domingo a las 6:00 am, siete carrozas hicieron fila frente a la funeraria Peches para recoger las urnas con los cuerpos.
“Las carrozas fueron trasladados al aeropuerto de esta ciudad. Los cuerpos fueron abordados y acomodados en un avión Casa 295 perteneciente a la Fuerza Aérea Mexicana”, indica la publicación de Heraldo de Juárez.
“Este viernes 7 de abril comenzó la repatriación de personas fallecidas a sus respectivos países con la llegada del cuerpo de una persona a Bogotá, Colombia”, precisó en una tarjeta informativa la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
El incendio ocurrió el pasado 27 de marzo, en un centro del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez (norte de México), acabó con la vida de 40 personas y dejó al menos 28 heridos.
Por su parte, el presidente de México, Andrés López Obrador, indicó en una rueda de prensa que al parecer los migrantes estarían intentando evitar su deportación.
"Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados y como protesta en la puerta del albergue (…) pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, declaró.
Sin embargo, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, se pronunció el 28 de marzo y pidió una “investigación exhaustiva” sobre lo ocurrido.
