El diario plural del Zulia

Conozca la historia de Ricardo Godefroy, el zuliano que murió en el desierto rumbo a Chile

La dramática situación en Venezuela obligó a Godefroy a salir de su país con destino a la nación austral para reencontrarse con sus dos hijos

"Por más que enviáramos dinero nunca le alcanzaba la plata para comprar nada, todos los días subían lo precios”. Las palabras son de Wendy Godefroy, hija de Ricardo Godefroy Araujo, quien a sus 69 años se iba a reencontrar con ella y su otro hijo en Chile. Pero el frío del desierto a unos 20 minutos de Colchane, localidad chilena situada en la frontera con Bolivia, minó su organismo y las pulsaciones cesaron y con ello, la vida.

Fue un 3 de febrero tormentoso para el otro hijo de Ricardo, Walter, quien recibió la mala noticia de la muerte de su padre, vía telefónica, por parte de los acompañantes del sexagenario en el infausto viaje a pie que dura alrededor de tres horas soportando temperaturas bajo cero y falta de oxígeno, en una altura que alcanza los 3.700 metros sobre el nivel del mar, relata el portal chileno El Desconcierto.

Walter debió notificar la desgracia a Wendy, a través del hilo telefónico. Ricardo, oriundo de Maracaibo, estaba sumamente ilusionado porque iría a reencontrarse con sus hijos en Santiago. Pero el organismo no resistió el duro frío del desierto tan tenaz que es capaz de dejar sin vida a cualquiera, sobre todo por la altura y la falta de oxígeno.

Salida de Maracaibo

Refiere El Desconcierto que el señor Ricardo perdió mucho peso en los últimos meses. Le costaba mucho hallar comida suficiente para nutrirse y de paso tenía que caminar kilómetros "a jugar dominó con sus amigos", porque en Maracaibo el transporte público es insuficiente.

Eso fue como la gota que rebasó el vaso.

Fue lo que lo impulsó al reencuentro con sus dos vástagos.

Vendió todo. Su pieza anexa a una casa de 24 metros cuadrados. También su cama, televisor, nevera y demás pertenencias, con lo que logró reunir unos 230 dólares, pero faltaban 570 para completar los 800 dólares con los que pagaría su travesía desde Maracaibo hasta el país austral, dinero que lograron completar sus hijos.

A través del Facebook, Ricardo se comunicó con el organizador del viaje. La idea era atravesar las trochas, tomando en cuenta que a raíz de la pandemia las fronteras están cerradas. Además, en Ecuador y Perú, países que debía atravesar el amigo para llegar a Chile, las fronteras están atestadas de militares que velan por que no haya migración ilegal.

Fue el 26 de enero que salió de la capital zuliana rumbo a Chile.

Godefroy compraba chips telefónicos para mantener la comunicación con sus hijos durante el viaje.

La primera complicación llegó cuando se acercaron a una de las trochas que contacta a Ecuador con Perú. La policía peruana estaba vigilando la frontera y tuvieron que esperar agazapados en mitad de la noche a que la ruta se despejara, relata El Desconcierto.

El organismo del zuliano acusaba el cansancio. Por lo general, duraba más de 20 horas sentado en un autobús. De hecho, cuando viajaba por Perú, iba con pinchazos en el cuerpo por estar tanto tiempo sentado, relataba Walter.

El martes 2 de febrero, Ricardo atravesaría el terrible desierto. Fue la última vez que se comunicó con Wendy. Serían las 8:36 p. m. cuando se registró la última comunicación. Además le había escrito a su hijo que haría la ardua travesía.

Fueron tres horas tormentosas para Ricardo. El frío, el largo camino, la falta de oxígeno, hicieron mella. Se desvaneció y sus acompañantes le prestaron los primeros auxilios, pero todo fue inútil. Perdió el pulso y por consiguiente los signos vitales.

Un grupo de quienes lo acompañaban cargó el cuerpo de Ricardo para acercarlo a algún lugar donde pudieran encontrarlo. Faltaban cerca de 20 minutos de camino para llegar a Colchane, precisa El Desconcierto.

Los restos del venezolano los trasladaron desde Iquique, en el norte de Chile, a Santiago, donde sus hijos cargaron con los gastos funerarios hasta endeudarse. El cuerpo lo cremaron.

Godefroy era hijo de Raquel Araujo, de nacionalidad chilena, nativa de Santiago. Ella habría salido de su país por los años 40, llegó al Zulia y allí tuvo a Ricardo, recordó Wendy.

El maracaibero iba a tramitar su nacionalidad chilena, llevaría los documentos de su madre, el pasaporte, el acta de defunción, afirmó la dolida hija.

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