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Borrell se dirige a los rusos ante "duras" sanciones que la UE introducirá rápido

Las medidas entraron en vigor anoche, después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, y finalmente incluyeron también al presidente ruso, Vladimir Putin, y a varios miembros de su gobierno, entre ellos el primer ministro, Mijaíl Mishustina, y el titular de Exteriores, Sergei Lavrov, en la lista de sanciones individuales que, desde la anexión de Crimea en 2014, recoge ya 654 personas y 52 entidades

El alto representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, envió hoy por redes sociales un "mensaje al pueblo ruso" antes de las "duras" sanciones que Bruselas "introducirá rápidamente".

"Al pueblo de Rusia: muchos de ustedes comparten con nosotros los valores de la democracia, el Estado de Derecho, la decencia y los derechos humanos fundamentales. Sabemos que millones de rusos no quieren la guerra. Y deseo sinceramente que su líder detenga esta guerra fratricida", escribió Borrell en su cuenta oficial en Twitter.

El tuit, en inglés y ruso, va acompañado por una alocución de unos tres minutos de duración en la que Borrell se dirige a los rusos al día siguiente de que la Unión Europea aprobase un segundo paquete de sanciones contra personalidades, entidades y con medidas restrictivas en varios sectores desde las finanzas hasta la energía.

"Las duras sanciones que la UE introducirá rápidamente, además de las que ya están en vigor, se dirigen a los dirigentes rusos, a los más importantes responsables de la toma de decisiones en Rusia y a quienes están en posiciones clave para apoyar las políticas del Kremlin o que se benefician directamente de ellas", precisó Borrell.

La invasión rusa de Ucrania desencadenó un nuevo conjunto de sanciones por parte de la UE apenas dos días después de los primeros ataques: los líderes de la UE acordaron el alcance de las nuevas represalias en una cumbre el jueves y sus ministros de Asuntos Exteriores confirmaron las sanciones 24 horas después.

Las medidas entraron en vigor anoche, después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, y finalmente incluyeron también al presidente ruso, Vladimir Putin, y a varios miembros de su gobierno, entre ellos el primer ministro, Mijaíl Mishustina, y el titular de Exteriores, Sergei Lavrov, en la lista de sanciones individuales que, desde la anexión de Crimea en 2014, recoge ya 654 personas y 52 entidades.

La UE optó por dejar fuera de este paquete de restricciones al comercio de productos de lujo, como diamantes, prohibiciones a la importación de gas o la desconexión de los bancos rusos del sistema de mensajería SWIFT, un pilar fundamental para el funcionamiento del sistema financiero internacional.

Pero, tras levantar hoy mismo su resistencia Alemania, se baraja que la UE pueda dar luz verde en breve a sacar a las entidades rusas de SWIFT, como ya ocurrió con algunas entidades iraníes a raíz de las sanciones europeas en 2012, lo que supondría cortar los lazos financieros rusos con el exterior al impedirles recibir divisas o realizar transferencias por sus transacciones comerciales y tendría un impacto "devastador", según un análisis del centro Carnegie Europe.

Al margen de lo que pueda suceder, el jefe de la diplomacia europea quiso decir al pueblo ruso que "la UE sabe distinguir bien entre el Kremlin y Rusia, entre los dirigentes rusos y el pueblo ruso".

"Rusia es un gran país. Lo que ocurre ahora es una tragedia. Un gran país no necesita invadir y matar a sus vecinos", subrayó Borrell.

"Sabemos que millones de rusos no quieren la guerra. El presidente Putin está tratando de retroceder el reloj a los tiempos del Imperio ruso. Pero al hacerlo, está poniendo en peligro el futuro del pueblo ruso", advirtió.

Borrell no se quiso andar por las ramas: "Seamos claros. La toma de decisiones imprudentes en Moscú tiene un coste sin precedentes".

"Muchos de ustedes, el pueblo de Rusia, comparten con nosotros los valores y principios de la democracia y el Estado de Derecho, de la decencia, del respeto a los propios compromisos, a la legislación rusa e internacional, así como a los derechos humanos fundamentales".

En un estilo reposado y directo, Borrell añadió que "el pueblo ucraniano no merece morir por una amenaza imaginaria sobre la base de un razonamiento histórico inventado".

De la misma manera, añadió, "el pueblo ruso no merece estar en guerra con un pueblo hermano. Nadie ha amenazado ni amenaza la seguridad de Rusia".

"Muchos de ustedes -prosiguió Borrell- saben que el Kremlin no está luchando contra radicales y nazis en Ucrania. Los ucranianos tienen el derecho soberano de elegir su propio camino y su futuro".

Y dijo desear "sinceramente que su líder detenga esta guerra fratricida" porque "el continente europeo es un continente de paz".

"Todos los pueblos europeos, rusos y ucranianos quieren vivir en paz. Europa quiere un pueblo próspero y feliz en Rusia. Para eso, no se necesitan guerras", concluyó.

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