Afganistán abre investigación a vicepresidente acusado de secuestro y violación
La justicia afgana, como consecuencia de duras críticas de los occidentales, abrió una investigación al vicepresidente, general Abdul Rachid Dostum, acusado de haber mandado secuestrar y violar a un rival político.
Dostum es sospechoso de haber ordenado a su guardia personal que capturara a su adversario, el exgobernador Ahmad Ishchi, durante una partida de buzkachi, un deporte ecuestre tradicional de Afganistán, en la provincia norteña de Jawzjan.
El acusado, un exjefe militar cuyo nombre está asociado a una serie de crímenes de guerra, secuestró supuestamente a Ishchi durante cinco días en su vivienda donde se sospecha que fue torturado y sodomizado.
"La oficina del fiscal general ha abierto una investigación imparcial y transparente sobre esos hechos", declaró la oficina del ministerio de Justicia el sábado en un comunicado.
"La investigación se llevará a cabo de forma neutra e independiente", añadió.
Los responsables afganos intentan reunir todas las pruebas posibles, después de que varios responsables de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Canadá exigieran la apertura de una investigación.
Ishchi fue sometido a un examen médico poco tiempo después de su liberación, aseguran medios locales.
Pero Dostum "es demasiado poderoso para ser enjuiciado o despedido", opina el politólogo afgano Ahmad Saeedi. "El presidente tiene prisa por actuar, pero Dostum tiene numerosos apoyos y mucha influencia, lo cual no puede ser tomado a la ligera por el Gobierno", añadió.
Dostum, que niega esas acusaciones, ha afirmado que cooperará con la justicia, aunque prefiere "solucionar" el asunto con la mediación de responsables tribales antes que con un tribunal.
Este caso ilustra la brutalidad y la impunidad de los jefes de guerra que obtuvieron cargos de responsabilidad, cuyos actos minan los esfuerzos por pacificar y reconstruir el país.
El general Dostum es famoso por sus ataques de ira y su polémico pasado. En 2001, apresó a miles de talibanes que murieron ejecutados o asfixiados en los contenedores donde sus tropas los habían hacinado.
