Séptimo arte venezolano recorre el mundo
Desde que el cine comenzó su historia en Venezuela aquel día de enero en 1897, con el estreno de dos obras de Manuel Trujillo Durán en el Teatro Baralt, el crecimiento del séptimo arte ha sufrido altos y bajos.
Ahora, si bien esta última década ningún filme venezolano ha conseguido lo que logró Oriana, película de Fina Torres ganadora del premio Caméra d’Or en el Festival de Cine de Cannes de 1985; últimamente la presencia de las producciones cinematográ cas venezolanas en festivales internacionales ha crecido considerablemente. Incluso, la gran mayoría de estos filmes suelen recorrer el mundo de festival en festival antes de llegar a las salas de cine venezolanas.
Según el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), desde el 2006 hasta el 2015 se estrenaron 183 películas en Venezuela, número considerable cuando se le compara con las 49 películas estrenadas en la década anterior (1994-2004). El crecimiento no ha sido solo a nivel de producción, sino igualmente en calidad y así lo prueban los numerosos galardones internacionales que directores venezolanos se han traído al país con sus trabajos.
Ya el sociólogo Ramón Bazó, coordinador de CineArte del Centro Lía Bermúdez y del proyecto “Cíngaro Cine Móvil”, lo sostuvo durante un conversatorio realizado para el encarte cultural Tinta Libre de Versión Final: “creo que el cine en la última década ha sido una de las áreas (artísticas) más favorecidas. 2014 fue el año de las grandes audiencias. La película Papita, Maní y Tostón rompió récords en taquilla, por ejemplo. El 2015 , por otro lado, fue maravilloso por los premios que ganó el cine venezolano”.
