El diario plural del Zulia

José Vargas: "Yo no soy un frasco de mayonesa"

Diez temas le dan forma a la tercera producción discográfica del músico falconiano, de 30 años, José Vargas, mejor conocido como Vargas. El joven, quien se dio a conocer en 2011 con el álbum de jazz-pop Notas en mi habitación y que ganó reconocimiento con la producción popjazz-funk-rock titulada Ciudad Mareada, lanzó a finales de septiembre su tercera producción musical.

De Ciudad Mareada, un disco gris que él describe como “una etapa tortuosa pero que disfrutó mucho” y que ganó en los premios Pepsi Music 2015 como Disco pop del año; Vargas llega con Radiocassette, una producción con un concepto personal y nostálgico pero colorido. Las pinturas en las manos del artista forman parte de ese nuevo Vargas y representan la energía de su música, que alegra y entristece al mismo tiempo. El cantautor charló con Versión Final sobre la creación de su tercer disco.

—El álbum Notas en mi habitación fue el comienzo, ¿el Vargas de ahora es distinto a ese disco de 2011? —El disco lo lancé en el 2011 y fue como mi carta de presentación al país. En ese entonces yo pensaba cuidadosamente cómo mostrar las cosas. Luego de ese disco saqué Ciudad Mareada, mi segundo álbum, con ese sentí más seguridad. Fue mi adolescencia porque trabajé con músicos increíbles, aprendí a mejorar mi forma de componer. Ahora en Radiocassette confío más en mi visión de producción. Yo produje todo el disco, grabé casi todos los instrumentos y todas las canciones en dos semanas. Este tercer álbum es mi adultez, estoy en una zona más estable para mí.

—¿Por qué dejar un poco el jazz y dirigirte a ritmos más urbanos? —La verdad es que cuando presenté Notas en mi habitación aquí en Caracas, los medios juveniles decían que mi música era muy adulta, y los medios adultos decían que era muy juvenil. Los roqueros decían que era muy pop y los del pop decían que era muy rock. Cuando me quise acercar a todo ese mundo soñado del jazz; el género, o el gremio del género, me dijo “loco, esto no es jazz”. Así que comencé a mezclar estilos. Digamos que la nostalgia del jazz, en las melodías o en las estructuras de los acordes de ciertas canciones, están presentes en Radiocassette. A mí lo que me acercó al jazz, más que la música, era su personalidad, porque puedes hacer lo que te da la gana. El género da para todo y con mi música quiero hacer lo mismo. En este disco tuve la oportunidad de trabajar con Psycho de 4to poder, con Gona; que digamos es un crew de hiphop. Yo no era fan del hip-hop hasta hace dos años que los conozco y veo lo duro que trabajan y que por eso la están ‘partiendo’ en todos lados. Yo El álbum puede disfrutarse en el canal de YouTube Vargasmúsica o adquirirse en diversas plataformas digitales (iTunes, iChamo) por la venta de la mitad del catálogo de su música por la venta de la mitad del catálogo de su música. quería que este álbum tuviese sonido de “máquina” y el hip-hop es eso. ¿Sabes cuando te encuentras a alguien opuesto a ti con el cual aprendes? Eso pasó con Radiocassette.

—¿Cómo fue ser productor y autor al mismo tiempo? —Es algo que siempre hice desde chamo, cuando escribía y grababa mis propias canciones. Fue divertido pues pude utilizar todos los conocimientos que he adquirido trabajando con profesionales de la música durante estos últimos años. El disco lo grabé en solo dos semanas, me encerré en un estudio en La Castellana (Caracas). Todas las canciones son personales, temas de amor en todo sentido.

—La canción Caminata fue compuesta en vivo, ¿cómo funcionó eso? —Caminata fue una de las canciones en las que sabía qué quería decir pero no sabía cómo. Le di muchas vueltas hasta que una noche apagué las luces, me serví un trago y grabé las voces con las letras como fluyeran. El resultado lo dejé tal cual como sale en el disco.

—¿Por qué añadir el efecto de estar escuchando todas las canciones desde un casete en el disco? —Cuando era niño, desde los siete años, yo grababa mis canciones en un casete. El año pasado, encontré uno que grabé a los once años. Cuando lo escuché encontré unas cosas muy chéveres y otras terribles. Con ese casete en la mano pensé en el concepto del sonido de ese aparato, el cual se apegaba mucho a lo que yo quería hacer con sonidos de máquina y pues de allí comenzó todo.

—En tu cuenta de Twitter dices que eres el “arquetipo”, ¿por qué esta palabra? —El arquetipo es el perro negro del disco. Es un símbolo del que me quiero apoderar. Si bien he confiado mucho en mi trabajo y a la gente le gusta, eso solo pasa si yo sé y admito que soy un patrón original de lo que yo quiero ser. Eso es algo que quiero decirle a quienes me escuchan por medio de mis canciones. Yo quiero que la gente sepa que puede ser lo que le dé la gana, actuar como le dé la gana –mientras no le haga daño a otros–, y que vas a ser feliz ya sea hasta limpiando zapatos pues así decidiste ser. Tú eres tu arquetipo.

—¿Por qué apostarle a este estilo de música en Venezuela? —Yo creo que todo el mundo tiene su público. Yo puedo expresarme cantando reggaetón si de una experiencia sale una canción así. Pero yo no soy un frasco de mayonesa —que todos se ven iguales, no hay diferencia entre uno y el otro—, tuve vivencias diferentes y nunca volteé a los lados para saber si mi género era este o aquel. Mi música es lo que yo soy. 

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