El diario plural del Zulia

Jorge Luis Chacín narró la historia de sus éxitos en el Baralt

Dos cambios de ropa, dos públicos distintos: dos conciertos en una noche de jueves, porque se agotaron las entradas para la única gala pautada de “El Cuentacanciones”.

Apagan las luces. Los espectadores aplauden. Se abre el telón y Jorge Luis Chacín está en el medio del escenario. Se escuchan los instrumentos, la batería sobre todos.

Cómo calmar la ansiedad de su piel. Diga cómo ocultar la verdad de su ser. Dígame, usted, señora, si de carne somos…

—Me siento en la sala ‘e la casa, me siento en familia—, dice el cantautor zuliano, a quien lo acompañan los músicos y dos coristas en el escenario, ataviado de muebles y luces tenues, así como en la sala de una casa.

A cuatro manos compuso su primera canción: su amigo Jesús Vizo lo acompañó. La negociaron con Guaco y la “Superbanda de Venezuela” la grabó junto con Gilberto Santa Rosa, a principios de los 90.

Hoy te veo, y no sé quién eres. No te conozco. Pareces de otra especie, eh, eh, eh. Es tu cara o tu pelo, quizás tu cuerpo. Pero es cierto que… ya no eres tú.

—Y esta es la canción de La infiel, de la que me dejó—, cuenta Chacín, riéndose: Un detalle en falso ha hecho que la noche se quede en blanco… con miras a quedarse en el vacío, solitario, aburrido; sin destino. Quiero darle rienda suelta al corazón, pero te extraño.

No sólo para Guaco ha escrito temas. La agrupación Tecupae con el colombiano Cabas grabó Sueño contigo. —Con esta canción un maracucho fue nominado al Grammy—. Y al son de la cumbia cantó y bailó.

—Con esta canción he viajado por muchas partes del mundo (…) Esta canción es para que la persona que ama y respeta a su pareja se la dedique desde el corazón: Quiero dibujar tus ojos. Quiero… regalarte un beso. Quiero que me dejes demostrarte una vez más que mis palabras solo dicen la verdad…

—Maestro, quiero que hagamos esta canción—, le dice Chacín a Jonathan Faría y le hace una seña.

Véngase corriendo, mire que estoy deseando su cabello largo, su sonrisa a salvo. Véngase de prisa, mire que estoy deseando estrechar su cuerpo con el mío temblando…

El auditorio queda a oscuras y el escenario, a media luz.

Lorena “Lola” Suárez, cantaora que acompaña a Chacín en los coros, baila los acordes de guitarra que son el intro de Si no estás conmigo. A dúo la cantan y la melodía cambia del flamenco a la salsa.

dime qué has hecho con mi amor. Es ciego este dolor, el que estoy sintiendo por ti, porque no estás aquí. Si sabes que muero, que sufro y que lloro…

Si no estás conmigo…

—Tenía esa canción para mi disco Tengo; pero un amigo, el pianista de Gilberto Santa Rosa, se la mostró a Gilberto y él se enamoró de la canción y la grabó. Y la grabó Guaco también y de tonto me quedé sin canción.

El público se carcajea y aplaude.

A las mujeres maracuchas y venezolanas, dedicó Ella: …la quiero porque es bella, segura y optimista. Brilla como una estrella. Es algo natural de la mujer que hay en mi tierra…

—En 1996, conocí a unos chicos muy talentosos, un grupo polifónico (Voz veis). Me pidieron que les hiciera una canción y les hice dos, pero esta fue la que les gustó: Qué no daría yo por olvidarte, por no echarte más de menos… por arrancarme del alma tu cara, tu risa y tu boca, que me eleva, dulce boca, que me ha dicho tantas cosas…

Sentado en un taburete detrás el teclado, en medio de esa sala improvisada en el escenario, tocó y cantó un popurrí de sus composiciones interpretadas por Ricardo Montaner: La mujer de mi vida, Para llorar y Bésame…

—¿Esa la recuerdan? Don Armando se la cantó a Betty, la fea… (Risas) Lloré y todo, pero por pensar las regalías que me venían después…

El público ríe, ríe fuerte.

—Esta canción se la escribí a una novia que tuve hace muchos años (…)

Como no tenía cómo llamarla cuando viajaba, la única posibilidad que tenía para expresarme era escribiendo canciones…

Quisiera olvidarte un poco para ver si así respiro, para no volverme loco cuando te miro, cuando te miro...

—Y después le escribí esto: Creo que estoy algo ansioso y quiero verte. Esconderé mis ganas y aunque intente encontrarte en otro abrigo, te esperaré en el olvido, por si vuelves…

—Y esta canción se la escribí a mi hija Daniela, cuando estaba en el vientre de su mamá: Ella sabe que me muero por besarle. Que me ahoga la impaciencia, ella lo sabe. Se me esconde tras la esfera sur del alma, eh, porque sabe que no vivo sin mirarla.

—Después un viaje que hice a Aruba con mi novia, salió esta canción: ¿Cómo será sentirme en su norma, naviero en la forma de un ancho mar?, ¿Cómo será esconderme en la arena? Bañarme en su pena, ¿cómo será?

Esa novia a quien menciona Chacín es su esposa. Tienen 20 años juntos.

—Mi papá me regaló el Repertorio poético, de Luis Edgardo Ramírez en el que había un poema del dramaturgo español Eusebio Blasco al que le puse música: El confesor me dice que no te quiera. Y yo le digo, padre, si usted la viera…

Junto con “Lola” canta La cita, que grabó originalmente con la colombiana Juliana Barrios. Sigue con Todo quedó, quedó, Dame y Deja.

Una selfie con el auditorio. Le dedica una canción a una pareja amiga que estaba entre el público.

Y vi pasar un pescador junto a la arena, junto al sol con la sonrisa azul de un nuevo amanecer…

Chacín se despide. Se cierra el telón.

Canta y no para ‘e buscarla, no deja ‘e soñarla y de vez en cuando le dan ganas de llorar…

Todos aplauden. Todos contentos.

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