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El mito de Edward Mordrake: Un hombre con dos caras

La enfermedad produce la duplicación de la notcorda, un cartílago embrionario que se produce durante el desarrollo de todos los vertebrados, y cuya multiplicación genera que se desarrollen dos crestas nerviosas, que terminan siendo dos cráneos

Mucho se ha especulado sobre el mito de Edward Mordrake, un hombre que nació con dos rostros producto de una malformación congénita llamada por la comunidad científica como diprosopia.

La enfermedad produce la duplicación de la notcorda, un cartílago embrionario que se produce durante el desarrollo de todos los vertebrados, y cuya multiplicación genera que se desarrollen dos crestas nerviosas, que terminan siendo dos cráneos.

Su condición se diferencia de los siameses unidos debido a que la enfermedad no es consecuencia de la fusión o separación incompleta de dos embriones: es el resultado de una anomalía en una proteína que marca el patrón craneofacial normal, recoge El Tiempo.

Dependiendo de la alteración de la misma, el individuo puede desarrollar múltiples ojos, orejas y labios.

Él era una persona normal, su rostro sano no tenía ninguna alteración y podía realizar sus tareas rutinarias con tranquilidad, pues su segundo rostro, que estaba formado en la parte trasera del cráneo, no representaba peligro alguno para su salud.

Su historia comienza a finales del siglo XIX, cuando un periodista del diario "Boston Post" la publicó. Desde entonces, las mentiras empezaron a acrecentarse y, como toda información cuestionable, comenzó a viralizarse hasta eclipsar la verdad detrás del hecho.

Una situación similar a la que causan las noticias falsas que circulan por internet.

Tal fue el caso que aún hoy en día se desconoce si Mordrake verdaderamente existió, o si fue producto del sensacionalismo literario que invadía a los medios de comunicación de aquella época.

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