El diario plural del Zulia

Cine argentino seduce en Venecia con su mirada sarcástica y autocrítica

La mirada autocrítica, sarcástica y despiadada sobre la sociedad argentina sedujo este domingo en la Mostra de Venecia con el filme "El ciudadano ilustre", una comedia amarga de la dupla Mariano Cohn y Gastón Duprat en competición por el León de Oro.

Generosamente aplaudida por el público especializado, que se divirtió con las agudas salidas y situaciones paradójicas  en las que termina el protagonista, el escritor Daniel Mantovani, personaje de ficción interpretado por el magnífico actor Oscar Martínez, en el papel del primer premio Nobel de la Literatura argentina.

La figura del escritor célebre que regresa a su perdido y modesto pueblo de origen tras 45 años de ausencia, se presta para poner el dedo en la llaga de la sociedad argentina, ironizando sobre sus defectos.

El choque de culturas, la relación entre sus personajes literarios y aquellos reales de su pueblo en los que se inspira y que también lo llevaron a irse para siempre, son la clave del filme: un viaje entre las contradicciones del artista, a su pasado así como a la esencia de su creación, entre sus ídolos y contra ellos.

Temas que la pareja Duprat-Cohn, junto con el guionista Andrés Duprat, ilustran con burlas y sarcasmo y han tratado en otros filmes, entre ellos "El Artista" (2008).

- Una provocación con levedad -

"La premisa del guionista, con la historia de una celebridad que vuelve al pueblo donde nació después de mucho tiempo, era tan sólida y contundente, que nos permitió sumarle otras ideas que no tienen que ver con la trama principal y que nos interesaba plasmar en la película. Por ejemplo, la indiosincrasia pueblerina versus el cosmopolitismo, la creación artística, la celebridad, el chauvinismo, el nacionalismo", explicó Gastón Duprat en rueda de prensa.

Por la película desfila el alcalde venal, la exnovia infeliz, los jóvenes sin esperanzas, los corruptos directores de arte, el artista modesto, una Argentina con la que todos se pueden identificar y al mismo tiempo pueden detestar. 

El experimento de los cineastas,  que incluye además la publicación de una novela apócrifa, firmada por Daniel Mantovani, bajo el sello de Random House y que aparecerá en las librerías de Buenos Aires, resulta una provocación e invita al espectador a salir de sus propias seguridades.

"A pesar de tener el prisma argentino, de ninguna manera se remite sólo a Argentina. Seguro que hay casos en otros países de adoración a ídolos y que cuando no responden a las expectativas que el propio pueblo se construyó del ídolo, lo destruyen. Es patrimonio de todos los lugares", explicó Cohn.

La película, que compite junto con otras 19 filmes por el máximo galardón de Venecia  al lado de  maestros como Tom Ford, Wim Wenders y Emir Kusturica, ha sido elogiada por varios críticos tras su pase para la prensa.

"Es lo mejor que he visto hasta ahora. Tiene un justo equilibrio entre sarcasmo y ligereza. Se dicen cosas importantes con levedad", comentó a la AFP Ylena Politano, de la revista Fabrique du Cinéma.

La película, que se estrena en Argentina el 8 de septiembre, podrá generar amores y odios, un sello característico del cine de esta dupla de realizadores argentinos.

"La película cumplió con nuestras expectativas y estamos conformes con el lugar que tenemos en Venecia. Apostamos por estar en este festival", confesó Cohn tras los elogios de varios periodistas.

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