Editorial Versión Final | Diálogos o negociaciones entre oposición y régimen
Dialogar para llegar a unas negociaciones es de obligatoriedad para los actores políticos de la sociedad y la Nación. Cuando se acepta ir a un diálogo para atender asuntos de Estado, es preciso tener conciencia que algo “debes de dejar en la mesa “.
Nadie se va de una negociación con el 100 x 100 del todo. Eso no existe. No sería “negociación, sería imposición”.
Integrar una representación de diálogo para tratar temas tan graves como los vividos en Venezuela no es fácil. La representación oficialista se mantiene fuerte en su premisa de seguir negociando para levantar las sanciones. Detrás de sus delegados está el aparato cubano asesorándolos.
No en vano tienen 64 años burlándose del mundo sembrando el terror, e imponiendo la fuerza. Un sistema donde el miedo es el “pan de cada día” trabajado con base en la persecución política, las desapariciones y fusilamientos desde su génesis.
Hoy en día, donde el mundo valora y vigila los Derechos Humanos en todas las latitudes, este régimen aplica el mismo protocolo tan solo cuidándose de algunos aspectos y aplicándolos con menor matiz. Esto es precisamente lo que tenemos en Venezuela.
Ante este dantesco enemigo político e ideológico ¿quién representa al bravo pueblo libertario venezolano?
¿Están preparados para dialogar y negociar?
El arte de la negociación, pero más en detalle de la negociación política sobre la que pesan estabilidad nacional y hemisférica, Derechos Humanos y estructuras macroeconómicas de países, es tema de profesionalización en históricas universidades de calibre mundial, Harvard, por solo nombrar una de ellas.
¿Habrá pasado alguno de nuestros representantes de la oposición por algunas de esas aulas que tanto prestigio le dieron a esos modelos de partidos de AD y Copei?
¿Sabrá alguno de ellos lo que fueron capaces los líderes de esos partidos en negociaciones neurálgicas para la consolidación de la democracia en Venezuela como el Pacto de Punto Fijo?
Gracias a ello es que hoy tenemos una generación que defiende con todo su empeño ese modelo de Nación levantado con precisa arquitectura política desde 1958.
Lamentablemente la generación de los últimos 30 años no vivió esa brillante etapa de formación y educación política y por ello el pragmatismo, el populismo y la corrupción están siendo un modelo de figura política que tanto daño nos ha hecho y ha permitido que el modelo que encarna Maduro desde Miraflores, aún persista.
Jorge Rodríguez habla claro y sin tapujos al afirmar “vengo a pedir que se levanten las sanciones a Venezuela”, pero ¿qué hemos escuchado o leído de la comisión opositora de “turismo político”?
Con el levantamiento de las sanciones, la administración Maduro sabe que entrará dinero así como bienes y servicios.
Este diario está totalmente de acuerdo en levantar las sanciones. Esto debe estar en una agenda de negociaciones. Pero que así mismo su vocero Jorge Rodríguez, que muy bien representa al gobierno venezolano, le diga al mundo en general y especialmente a nuestros ciudadanos, hasta dónde son capaces de dar, para el bien de la vida digna de nuestra gente y para un mejor modelo de democracia, que hoy asfixiada por los poderes públicos al servicio del proyecto cubano.
Los diálogos y negociaciones son necesarios pero deben tener una agenda que no puede ser oculta y estar solo diseñada de acuerdo con los intereses del proyecto político del PSUV y del G4.
Venezuela está primero.
Carlos Alaimo. Presidente-Editor.
14, de Noviembre,2022