El diario plural del Zulia

Zulia FC espera que el Pachencho Romero esté listo para el certamen continental

Quien haga un recorrido por el Polideportivo Luis Aparicio puede apreciar el deterioro progresivo que vive desde hace varios años.

Anteriormente el Instituto Nacional de Deportes y desde el mes de marzo la Gobernación del estado, han tenido la potestad sobre el recinto al que más que mejoras se le deben un montón de promesas.

A todas las preocupaciones que ya aquejan a las múltiples asociaciones que allí hacen vida se les suma el reto que ahora debe asumirse tras la consagración del Zulia FC en la Copa Venezuela, que le dio el cupo a la Copa Sudamericana.

La duda se centra en cómo se podrá recuperar el Pachencho Romero para la cita que, de momento, no tiene fecha exacta establecida, pero posiblemente sea para el segundo semestre de 2017.

La iluminación del estadio de fútbol es lo que más urge. El recinto ha perdido 24 kilómetros de cables de iluminación, tanto de las torres para el campo como las luces del resto de áreas, por los constantes robos sufridos.

El Ejecutivo regional no honró su palabra el pasado mes de abril con Guerreros del Lago para poder realizar en Maracaibo la Copa Libertadores de Futsal

De no reparar, al menos, este gran dolor de cabeza sería imposible que la ciudad reciba su primer evento internacional desde la Copa Sudamericana 2008 con el Unión Atlético Maracaibo por la televisación del certamen. “Garantizamos que se jugará acá", dijo recientemente el secretario de deportes del estado, Leonet Cabeza.

El monto estimado de las refacciones de las luces es de un millón de dólares, según un presupuesto calculado por el Zulia FC a principios de año.

A pesar de la palabra empeñada por el Ejecutivo regional, el antecedente más inmediato no invita al optimismo. A principios de abril fue suspendida la Copa Libertadores de Futsal, que se celebraría en el Belisario Aponte, por la falta de cumplimiento de los compromisos que había adquirido la secretaría de deportes para poder llevar a cabo el evento en el que incluso Maracaibo, como sede, había ya superado una inspección por parte de Conmebol.

Guerreros del Lago, en esa ocasión iba a competir como representante venezolano tras ser campeón del Torneo Superior de Futsal, pero no pudo hacerlo casa y el torneo terminó disputándose en Paraguay.

“Ellos habían dado la palabra de encargarse de la estadía y la alimentación de las nueve delegaciones visitantes y no cumplieron con eso. Estimamos que esos gastos estaban entre los 15 y 20 millones de bolívares”, comentó Euribíades García, presidente de Guerreros, con respecto a aquel incidente.

Pero Leonet Cabeza insiste en que este compromiso se honrará. “Tocaremos las puertas que correspondan para hacerlos, si debemos ir a hablar con el Ministerio de Deporte lo haremos porque esta ciudad merece tener en casa la Copa Sudamericana”, puntualizó el licenciado.

En el Zulia FC está latente la preocupación de que no pueda disfrutar en su estadio tan trascendente clasificación.

Otro factor que altera en las oficinas de los negriazules es que está latente la posibilidad de avanzar a Copa Libertadores si se titulan en el Torneo Clausura, lo que reduciría el margen de tiempo para actuar por disputarse en febrero.

El Pachencho aguarda por poder revivir sus buenas noches.

En el peor de los casos  

Más allá de saber si se podrá disputar la Copa Sudamericana en el Pachencho Romero, dentro del Zulia FC hay preocupación por dónde se jugarían los partidos en condición de local. Jugadores, cuerpo técnico, gerentes y fanáticos del combinado negriazul esperan que el Ejecutivo regional cumpla con su palabra para poder ver en casa a los suyos. En caso de no poderse, el equipo petrolero deberá trasladarse al José Alberto Pérez de Valera donde Trujillanos disputó la última Copa Libertadores, o al Estadio Metropolitano de Cabudare, que sirvió de sede para el Deportivo La Guaira en la última edición de la Copa Sudamericana.

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