El diario plural del Zulia

Wilson Ramos: “Me van a exigir mucho más”

Wilson Ramos está tratando de perfeccionar cada detalle de su juego en esta pretemporada, incluso, una cirugía ocular entró en la listas de detalles que el receptor venezolano requiere para tomar las riendas del notable cuerpo de pitcheo con que cuentan los Nacionales de Washington.

Ramos es consiente de la exigencia que representar guiar a abridores de la categoría de Max Scherzer, Stephen Strasburg y Gio González, pero el criollo asegura contar con las herramientas para responder a las necesidades de un equipo que tiene la obligación de luchar por el banderín de la División Este de la Liga Nacional.

“Es un año bastante importante para mi y para este equipo, se tenían muchas expectativas la pasada temporada y una buena serie de lesiones acabaron con nuestras aspiraciones, por lo que lo más importantes es tratar de mantenernos en el terreno de juego la mayor parte del año, pues contamos con el talento para lograr buenos resultados”, señaló Ramos a Versión Final en el Spaces Coast Stadium, complejo de entrenamientos primaverales de los Nacionales.

En el 2015, Ramos terminó la campaña siendo el receptor que mejor índice de rendimiento defensivo (11.2) tuvo en el viejo circuito, según cifras de Fangraphs. También lideró la liga en carreras evitadas (9), igualado con Buster Posey, tuvo el mayor porcentaje (44.0) de corredores puesto out en intento de robo entre los catcher con al menos 800 entradas detrás del plato.

“Año a año mi confianza detrás del home va aumentando, creo que es parte de cómo va uno madurando como receptor, sé que esta campaña me van a exigir mucho más, sobre todo porque el staff de pitcheo es joven, pero lo importante es comunicarme bien con ellos y lograr estar en la misma página”, comentó Ramos.

Guía en el plato
Con Ramos detrás de la goma, los lanzadores de los nacionales dejaron efectividad de 3.44, solo por detrás de Yadier Molina y Yasmani Grandal, entre los catchers de la Nacional.

El careta criollo asegura que sabe como ganarse la confianza de sus ases, más allá de la reputación que estos tengan sobre la lomita. “No es algo fácil, pero uno tiene que ser inteligente. Afortunadamente contamos con pitchers como Scherzer, Strasburg y Gonzalez, que son tipos que le pueden facilitar el trabajo a uno, simplemente es cuestión de ponerse de acuerdo qué plan de juego vamos a tener ante cada situación”.

El arte de llamar el juego es uno de los aspectos más fuertes en el desempeño de Ramos, por lo que trata de crear un balance con sus escopeteros, sobre quién decide qué, cuándo y cómo lanzar. “Soy un receptor que estudio mucho a los bateadores, tengo mi plan de trabajo ante cada rival y ante un bateador determinado, a veces no vamos a concordar en algo, pero eso es cuestión de ponerse de acuerdo, hay que entender que cada lanzador tiene una personalidad distinta”.

“Antes de cada juego logró entender de qué manera le gustaría trabajar, no todos los días se siente bien, no todos los días los pitcheos se comportan de la misma manera”.

ramos

Tarea pendiente
Ramos es uno de esos receptores que cuenta con el plus de un respetable aporte ofensivo. La pasada campaña disparó 15 jonrones y remolcó 68 carreras; sin embargo, su promedio de bateo fue de .229. “No todo es perfecto dentro de este trabajo, de hecho, si fallas siete veces en 10 turnos tiene un buen promedio, eso te da una idea de lo difícil que es esto, por lo que no hay que bloquearse cuando las cosas salgan mal”.

El carabobeño está claro que tiene puede mejorar su rendimiento con el madero, pero no es algo que lo saca de su enfoque detrás del home. “Batear y quechar son dos cosas completamente diferente, hay que tener dos chips y sacarse cada uno al momento de ejercer cada función. Hay que separarlas, no voy a batear pensando que me robaron una base o no estoy quechando pensando que me ponché tres veces, sé que mi trabajo detrás del plato también puede ser clave para ganar más allá de lo que haga con mi bate”.

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