El diario plural del Zulia

Vinotinto: Con la ruta trazada

Ya son cuatro Copa América seguidas en la que Venezuela inicia con buen pie. Desde la edición de 2007, al empatar a dos con Bolivia en San Cristóbal, la Vinotinto no sabe qué es perder en el debut del torneo llegando ese año la primera clasificación histórica en cuartos de final.

En Argentina 2011 la situación fue similar: igualdad a cero con Brasil y el paso a la siguiente instancia. Mejor escenario se presentó en Chile 2015 con la victoria sobre Colombia con el tanto de Salomón Rondón, pero en esa oportunidad no hubo final feliz y el combinado criollo quedó eliminado
en primera ronda.

El triunfo del domingo ante Jamaica invitó al optimismo en clasificar, al camino para no vivir un déjà vu de lo sucedido en tierras australes aún le queda mucho por recorrer. Rafael Dudamel tuvo un debut oficial, en gran parte, soñado. Los tres puntos, esenciales en cada inicio de este tipo de torneos, se lograron y Venezuela vuelve a la senda de las victorias tras casi un año sin ellas en partidos oficiales.

“La gran conclusión es la confianza y seguridad que como equipo vamos a obtener por estos tres primeros puntos. Este era nuestro mejor momento para revertir la actualidad como selección”, afirmó el timonel.

Jamaica era el partido bisagra, en el que no se podía fallar. A la Vinotinto le resta la subida empinada en la Copa América Centenario: Uruguay y México, enfrentando este mismo jueves a los charrúas en Filadelfia.

El encuentro ante los “Reggae Boyz” marcó una hoja de ruta de qué plan seguir y varias cosas destacables. Venezuela mostró un boceto claro de idea ofensiva con Alejandro Guerra y Luis Manuel Seijas en buen plan asociativo con Salomón Rondón y Josef Martínez, quienes cada día parecen entenderse mejor e incluso intercambian posiciones por dentro y fuera del área.

El “Lobito” fue el más destacado a nivel creativo. Se vio una versión muy parecida a su más reciente con el Atlético Nacional, donde ha fungido como uno de los motores ofensivos de uno de los semifinalistas de la Copa Libertadores.

El buen pie de estos mediocampistas fue el factor principal de ver a una Vinotinto, por primera vez en mucho tiempo, dominando con tanta claridad la posesión del balón, el 61 % del tiempo y una efectividad de acierto de pases de 82,6 % de los 339 que intentó, la más alta en cualquier partido de las últimas tres Copas América.

Pero la estabilidad en zona de volantes nació un poco más atrás. La dupla de Tomás Rincón y Arquímedes Figuera llegó a su punto máximo e hicieron de todo un poco con nota alta en todos los apartados. El capitán respondió como es habitual y “Camuro” demostró ser el acompañante ideal en la zona, ambos no solo se quedaron en el rol de cortadores de juego sino que distribuyeron juego e iniciaron jugadas: entre los dos solo fallaron nueve de 113 pases.

En defensa, el nombre que más estaba a prueba, Rolf Feltscher, cumplió en el principal cometido de dar solidez por la banda izquierda que luce como una de las incógnitas. Aunque arrancó el partido con dudas, aprovechó el momento anímico para crecerse al igual que Oswaldo Vizcarrondo y Wilker Ángel, quien fi rmó su mejor partido de vinotinto.

Caso aparte el de Roberto Rosales. La naturalidad con la que se maneja en los dos sectores de la cancha no sorprende y posicionarlo como un lateral de talla mundial no es del todo osado.

En el arco, Dani Hernández hizo que su prolongada ausencia en el ciclo anterior fuera aún más sorprendente. Sobrio en cada vez que se le exigió. Es mejorable pero no fue el partido perfecto para la selección nacional. Durante gran tramo del partido Venezuela dio la sensación de poder ganarlo por un
gol más, pero Jamaica llegó a rozar el empate y lo pudo haber conseguido.

Venezuela sufrió de más y pudo pagar muy caro el hecho de perder dinamismo en los últimos metros. Dudamel tardó los cambios cuando el equipo parecía apagarse. No fue sino hasta el minuto 77 con el ingreso de Adalberto Peñaranda y nueve más tarde con Rómulo Otero que se pudo poner el cerrojo y que la Vinotinto cerrara el partido con el balón en el campo contrario.

Pero en gran tramo de la segunda mitad, los caribeños se insinuaron a pesar del hombre menos. Los criollos perdieron en varias segundas jugadas y en balones aéreos que permitieron que el rival pisara el área. Ante un contrincante de mayor jerarquía, tal como lucen Uruguay y México, quizá la fortuna no sonría de este lado.

Ante la “Celeste”, que tras la derrota ante los aztecas llega a todo o nada, deberán seguir dando pasos hacia delante en un corto ciclo que apenas llegará a su sexto partido. Los tres primeros puntos son de suma importancia pero no son garantía de nada y, esta vez, con un formato en el que no hay opción de clasificación a mejores terceros, el recuerdo de Chile 2015 solo se puede espantar con una presentación aún más sólida.

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