Un almirante bucanero
Los Piratas de Pittsburgh le dieron a Francisco Cervelli en el 2015 la oportunidad de ser receptor titular por primera vez en su carrera.
El catcher venezolano respondió con sus mejores registros ofensivos, además de ganarse una reputación de líder dentro de la organización y guía de un cuerpo de pitcheo que terminó con la segunda mejor efectividad (3.21) de las Grandes Ligas la pasada temporada.
“Pareciera que tuviese demasiado tiempo con este equipo, ha sido muy motivante mi experiencia desde que llegué a los Piratas, sé que me he ganado la confianza de todos pero también tengo claro que no hay que bajar la guardia”, indicó Cervellis a Versión Final en el McKechnie Field, sede primaveral de los bucaneros.
Cervelli se las ingenió para certificar sus condiciones detrás del plato, después de batallar en sus primeras siete campañas con los Yankees de Nueva York, por un puesto en la alineación regular.
“No hay una fórmula para definir qué diferencia hubo en los años anteriores, simplemente soy yo mismo, juego siempre de la misma manera, no me conozco otra, disfruto lo que hago y le imprimo mucha energía”, agregó al careta criollo.
La zafra pasada Cervelli estableció nuevos topes ofensivos en jonrones (7), imparables (133) y remolcadas (43), además de defender el home por 1099.2 innings, la segunda mayor cantidad en el viejo circuito.
Puesto fijo
Cervelli es consciente de que se ganó el derecho de ser el dueño de la receptoría con los Piratas, un escenario que favorece a sus planes de perfeccionar sus habilidades con la mascota.
“Es la primera vez en mi carrera que estoy en un Spring Training trabajando en algo que necesito. En años anteriores siempre tuve que emplearme a fondo en cada una de las oportunidades que tenía, pues siempre estaba luchando por un puesto en el roster. Ya no tengo que preocuparme en batear .400 en la pretemporada o sacrificarme detrás del plato para hacer el equipo”, describe Cervelli.
Más allá de sus destrezas en el arte de “mascoteo” en la zona de strike, Cervelli tiene claro que le robaron 101 bases en 2015.
“No soy de las personas que se conforman con las cosas como están, siempre quiero perfeccionar mi juego en algunos detallitos y ahora mismo estoy trabajando en ellos. No es que ahora me voy a descuidar por saber que soy titular, siempre llego a los entrenamientos a fajarme como ‘rookie’ (novato), pero esta año e tenido tiempo para dedicarme a mejorar mi tiro a las bases y tratar de sacar mas corredores outs, si todos los años puedo ser mejor en cada uno de los aspectos, mi equipo puede ser mejor”.
Con Cervelli haciendo batería, el pitcheo de los Piratas dejó un porcentaje de carreras limpias permitidas de 3.48, la cuarta más baja de la liga entre los receptores titulares; sin embargo, el carabobeño destaca la comunicación constante con sus compañeros ha sido clave al momento de “llamar” el juego.
“En mi vida si hay una democracia. Aquí toda las opiniones se escuchan, no puedo tratar de ser autoritario detrás del home, uno tiene que entender que siempre se aprende de cada uno de tus compañeros y los líderes de la boca para afuera no funcionan. Cada lanzador tiene una mentalidad diferente y uno tiene que ajustase a la manera de cómo él se sienta más cómodo”.
Cuenten con ellos
Los Piratas se han acostumbrado a ser uno de los equipos consecuentes en las últimas tres postemporadas, más allá de esto Cervelli prefiere que muchos den a los Cachorros de Chicagos y a los Cardenales de San Luis, como los favoritos a llevarse el banderín en la División Central de la nacional.
“Todo el mundo habla de los Cachorros y los da como campeones, nadie se acuerda de que tenemos un equipo muy balanceado, súper versátil, un grupo de lanzadores que no le tiene miedo a nada”, manifestó Cervelli.
“A veces creo que es mejor que al inicio no nos tomen en cuenta y así ganar una buena cantidad de juegos a la calladita”, agregó.
