El diario plural del Zulia

Tres venezolanos a la conquista de Kentucky

El mítico hipódromo Churchill Downs será este sábado el escenario de un episodio único en la historia del hipismo venezolano. Los jinetes criollos Javier Castellano, Emisael Jaramillo y Júnior Alvarado compiten (6:34 p. m), en el Kentucky Derby, por la primera joya de la Triple Corona de los Estados Unidos.

castellanoPara Castellano será su décima oportunidad en el óvalo de Kentucky. El triple ganador del premio, reconocimiento otorgado al mejor jinete del año, buscará afianzar su hegemonía en el hipismo norteamericano en el “Derby de las Rosas” con la monta de Destin, ejemplar entrenado por el exitoso Todd Pletcher, y con el que ganó el Tampa Bay Derby, última carrera en la que participó.

La competencia no será nada fácil. Además del gran tráfico de ejemplares en la pista, el máximo contendiente y gran favorito –al menos “numéricamente” como señaló el mismo Castellano a Versión Final– será Nyquist, un tresañero que llega invicto a Kentucky.

Jaramillo, el jinete más ganador en los óvalos venezolanos, estará galopando a Majesto en la carrera principal. El purasangre, propiedad del Grupo venezolano “7C Racing Stable” y entrenado por el ocho veces ganador de la triple corona venezolana, Gustavo Delgado, se caracteriza por su fortaleza y gran tamaño, explicó el zuliano.

El otro nativo que completa la “trifecta criolla” en Churchill Downs será Júnior Alvarado, quien está íntimamente familiarizado con Mohaymen, con el que ha alcanzado dos primeros lugares y un cuarto, en el Florida Derby.

Para el entrenador no hay favoritos pues habrá mucho “tráfico” en la pista. “Esa carrera hay que correrla. Aquí cualquier cosa puede pasar. No vamos a ser los primeros favoritos, indudablemente hay caballos que sobresalen, pero son 20 caballos que van a correr y cualquiera puede sacar ventaja y dar una gran sorpresa, recuerden a Cañonero”.

Para Venezuela será la oportunidad de emular la gesta heroica de Cañonero II, un ejemplar criollo conducido por Gustavo Ávila, que sorprendió al mundo con un triunfo en el Kentucky Derby de 1971.

El dueño del ejemplar ganador en esta edición se embolsará un millón 400 mil dólares y un trofeo hecho de oro de 14 kilates y montado sobre una base de jade de poco más de 15 kilos.

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