Timoneles se adaptan a dirigir en el clásico
La oportunidad de defender los colores de sus países, es la principal motivación por la que los peloteros se uniforman para disputar el Clásico Mundial de Béisbol 2017. Las estrellas de la pelota tienen el chance cada cuatro años de poner el nombre de sus naciones en alto, pero detrás de eso, hay una serie de reglas con las que los mánagers deben lidiar.
La principal norma que atenta contra el desarrollo del evento es la restricción de los lanzamientos de los pitchers. En la primera ronda no pueden lanzar más de 65 envíos, 80 para la segunda y 95 para la ronda del campeonato; a menos que el serpentinero necesite más para completar un turno al bate.
Además, si un lanzador tira 30 pitcheos, debe descansar un día, si son 50, pasará cuatro sin lanzar, y si lo hace en días seguidos, descansa el siguiente.
También hay un aspecto que no es tomado en cuenta: siempre hay una constante comunicación con las diferentes organizaciones de las Grandes Ligas. Los equipos piden que se monitoree cada molestia y que sus jugadores no pierdan tiempo de juego.
Es bastante difícil. Sabes que no todo el mundo recibe un trato totalmente justo”, afirmó el mánager de Estados Unidos, Jim Leyland, a MLB. com. “Uno espera que todos entiendan eso cuando se integran al equipo, porque hay tantos grandes peloteros que no todos pueden jugar al mismo tiempo. Es imposible”.
Selecciones como Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y la estadounidense han tenido que enviar al banco a estrellas de la Gran Carpa, para darle oportunidad a sus compañeros.
Otras situaciones que se presentan, es que los peloteros quieren jugar en otras posiciones, pero sus divisas lo prohíben.
“A veces ellos no saben que (las selecciones) no tienen esa clase de permiso”, dijo Vizquel. “Eso te demuestra la pasión que tienen frente a su país. Tengo que hablar con ellos y hacerles saber que no es tan fácil como creen, que no puedes simplemente jugar otra posición. Tenemos nuestras reglas que debemos seguir y hay que estar bien conscientes de eso”.
Cada timonel en el Clásico Mundial de Béisbol empieza un trabajo de adaptación a las exigencias del torneo y las particularidades que representa tener que regirse por normas, que no son habituales.
