El diario plural del Zulia

Thiem vence a Nole y jugará la final del ATP Finals

El austriaco impuso condiciones ante el número 1 del mundo y tras dos horas 54 minutos lo dejó en su camino a su segunda final consecutiva del ATP Finals de Londres.

Con una demostración de personalidad y casta que cada vez se le ve con más frecuencia sobre las pistas, Dominic Thiem venció a Novak Djokovic por 7-5, 6-7 (10) y 7-6 (5) en 2h:54 y jugará por segunda vez consecutiva la fina de las ATP Finals. No lo hacía nadie desde el propio serbio, que la disputó cinco veces seguidas entre 2012 y 2016. El austriaco logró su victoria 300 en el circuito, la quinta ante un número uno y también la quinta ante Nole. Así se convirtió en el segundo jugador, después de Andy Murray, que consigue ganar al menos cinco veces a cada uno de los miembros del Big Three: Nadal (6-9), Federer (5-2) y Djokovic (5-7). De hecho, en los dos últimos años tiene el balance favorable contra los tres: Federer (3-0), Nadal (3-1) y Djokovic (3-2). Sólo por eso ya tiene un sitio entre los mejores, aunque le faltan Grand Slams. Tiene uno, el US Open, y si continúa así sumará más. De momento, aspira de nuevo a ganar el Masters. Tendrá la oportunidad este domingo ante Nadal o Medvedev.

El primer set, como muchos en lo que va de un Masters de muy alto nivel, se decidió por mínimos detalles. Sacó un poco mejor Thiem (86% de puntos ganados con primeros) y encontró la única fisura para batir a Djokovic al resto en el undécimo juego. Ese mal momento del balcánico marcó el devenir del parcial, porque luego no perdonó Dominic al servicio. Su rival jugaba con exquisita corrección, pero sin la chispa necesaria para desbordar, y él, sin hacer nada extraordinario más allá de lo que sabe y se le conoce, se puso en ventaja.

En la segunda manga, Thiem sirvió incluso mejor, con dos saques en blanco. Djokovic, por su parte, encontró el orden que le gusta para dirigir los partidos. Sufrió con 2-2 para levantar la segunda opción de rotura de su oponente y luego le llegó a él la primera, aunque el austriaco salvó la papeleta con un "ace" y un revés paralelo precioso.

El nivel de los servicios de ambos aumentó y el duelo se abocó a un desempate, pese a que Nole, un gran restador, tuvo otros dos puntos de break y de set con 6-5. Pero enfrente tenía a un enemigo muy en forma. Djokovic perdió los dos primeros tantos del tie-break y entre uno y otro jugó extrañamente lanzando y dándole vueltas a la raqueta. Se movía con una sonrisa nerviosa. Hubo muchas alternativas y tras varios despropósitos por ambas partes, el de Belgrado igualó el partido después de levantar cuatro match-points.

Thiem, al que le había faltado un pelín de calma para cerrar el duelo, necesitaba un buen comienzo de tercer set y lo tuvo. Djokovic también y aumentó su labor de desgaste. Ambos aguantaron el tirón apoyados en sus saques en una fase con rallys cortos. Entre aplausos del uno para el otro y un grito desgarrador del balcánico tras error forzado que resonó en el vacío O2 Arena, el partido, más que igualado, sólo podía acabar con un nuevo desempate. Arrancó con un 4-0 para Djokovic y los cronistas escribiendo ya sobre el triunfo del número uno. Y en estas, Thiem sacó una garra inusitada, la que le dio, por ejemplo, el título en el US Open, y remontó con un parcial de 7-1 tremendo e inesperado ante un titán como Djokovic. A ver quién le pone el cascabel ahora.

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