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Terminó la sequía: Tiburones de La Guaira es campeón de la Lvbp después de 38 años

Los escualos vencieron 3-0 a Cardenales en el quinto juego de la serie final. Octavo título de los escualos, y el primero de Oswaldo Guillén como mánager en la Lvbp. Tiburones representará a Venezuela en la Serie del Caribe en Miami

Tiburones de La Guaira lo logró, y luego de vencer 3-0 a Cardenales de Lara en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez, en Barquisimeto, se proclaman campeones de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (Lvbp) 38 años después de su último título.

Con su victoria en el quinto juego, los litoralenses se impusieron por 4-1 en la serie final a los pájaros rojos, y obtener su primer trofeo de campeón desde la temporada 1986-1987.

Ricardo Pinto se llevó el premio al Jugador Más Valioso de la final, luego de completar una nueva salida magistral de 7.0 innings sin permitir carreras, sumando 14 entradas en blanco entre sus dos aperturas en esta serie final.

En un duelo de pitcheo, el bateo de los escualos se comenzó a imponer en el quinto inning con un batazo de Leonardo Reginatto que remolcó una carrera.

Finalmente, Arnaldo Hernández salió para sacar los últimos tres outs, llevarse el salvamento y proclamar a su equipo como el mejor de la temporada.

Ante más de 14 mil fanáticos larenses, los crepusculares pierden su decimotercera final en la historia de la Lvbp, e igualan al Magallanes como el segundo equipo con más subcampeonatos en la liga, solo por detrás de los 17 que poseen los Leones del Caracas.

Oswaldo “Ozzie” Guillén consigue su primer campeonato como técnico en la liga criolla y se convierte en un experto en terminar sequías. Luego de ser el primer mánager latino en ganar una Serie Mundial en la MLB con los Medias Blancas de Chicago en 2005, que tenían 88 años sin ganar, termina con la mala racha de los guairistas.

A mitad de temporada, con las salidas de César Collins como gerente y de Edgardo Alfonzo como mánager, la temporada de Tiburones parecía gris, pero con Luis Sojo en los despachos y Guillén en el dugout, los fanáticos celebran después de casi cuatro décadas en blanco.

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