El reloj corre mientras Williams regresa a Australia en busca de su título 24
Serena Williams ha tenido mucho tiempo para reflexionar sobre su búsqueda de un récord que iguale el título número 24 de Grand Slam mientras estuvo en cuarentena con la comodidad de cinco estrellas durante dos semanas antes del Abierto de Australia.
Atascada en el número 23 durante cuatro años, Williams ha superado los fracasos y los casi errores al igualar la marca de Margaret Court con la seguridad de alguien convencido de que llegará su momento.
Pero se está acabando el tiempo para que la estadounidense de 39 años alcance el hito de su carrera que se ha convertido en una de las historias más antiguas del deporte.
Así será nuevamente cuando comience el juego el lunes en Melbourne Park.
"Es bueno tener siempre metas que intentas alcanzar y ver qué pasa", dijo Williams, quien terminó su cuarentena de Covid-19 de 14 días con un partido de exhibición contra Naomi Osaka seguido de una visita al zoológico con tres Olimpia, hija de un año.
Australia ha sido durante mucho tiempo un lugar feliz para Williams con siete de sus 23 títulos principales en Melbourne Park, incluido el último en 2017 cuando venció a su hermana Venus en la final y luego anunció que estaba embarazada.
Los años siguientes en la cancha, sin embargo, han sido estériles y turbulentos.
El ganador de 73 títulos en su carrera, solo una vez en los últimos cuatro años, un evento de ajuste del Abierto de Australia de nivel inferior en 2020, Williams celebró una victoria.
Cuatro veces, dos en Wimbledon y en el US Open, Williams se ha acercado angustiosamente a ese Slam 24, solo para ser negado en el último obstáculo.
En el All-England Club en 2018 fue despedida 6-3 6-3 por Angelique Kerber y un año después humillada 6-2 6-2 por Simona Halep.
Hubo finales infelices muy similares en Flushing Meadows, donde la mujer que muchos consideran la más grande de todos los tiempos fue despachada sin ceremonias por dos prometedores; Osaka de Japón y Bianca Andreescu de Canadá, que celebraron su primer Grand Slam a expensas de Williams.
Williams se quedó con rabia y lágrimas en el US Open 2018 durante una final de mal humor ganada por Osaka 6-2 6-4.
Al año siguiente fue Andreescu, que jugó por primera vez en el cuadro principal del US Open, y se llevó la decepción con una victoria por 6-3 7-5.
La espiral descendente de Williams se aceleró la temporada pasada.
Su mejor resultado fue una aparición en semifinales en el US Open con una salida en la tercera ronda en Australia y una derrota en la segunda ronda en el Abierto de Francia.
Después de cada fracaso hubo abatimiento, pero rara vez se mencionó la derrota.
"Realmente no se trata de 24, 23 o 25, en realidad se trata de salir y dar mi mejor esfuerzo sin importar qué", dijo Williams antes de la final de Wimbledon 2019. “Siento que tengo cosas que perder pero tampoco tengo nada que perder, es como si estuviera en el medio”.
