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La sabermetría en la LVBP: la evolución del análisis del juego

Dos de los aspectos más predominantes del béisbol son el pitcheo y la ofensiva, ambos están bajo el escrutinio constante del público, analistas y técnicos, y en los últimos 25 años la manera de evaluarlo se redimensionó, lo que representa un reto para todos los relacionados con este deporte

Uno de los hechos más complejos del béisbol es determinar su origen. Algunos acuñan la creación de este juego a las culturas antiguas, como Persia, Egipto y Grecia, en el siglo XVI, mientras que otros consideran que inició fue en Inglaterra, por el XVII. Lo cierto es que el desarrollo de esta actividad se da Estados Unidos, donde, luego de casi 200 años, la sabermetría, una tendencia que permite analizar el compromiso de manera más precisa, comienza a tomar auge.

El bateo, el pitcheo y la defensa son los aspectos de este deporte que se toman en cuenta al momento de analizarlo. Son precisamente los primeros dos los que salen a flote al momento de estudiar un equipo, debido a la relevancia que tienen en el resultado final de un encuentro: tienes que batear más que el rival para ganar y a su vez permitir menos carreras.

La única manera de ver que tan efectivo es una divisa desde cada una de esas áreas es a través de las estadísticas, que existen 1858 cuando el periodista Henry Chadwick inventa los boxs scores, donde describía las actuaciones individuales y las de las novenas durante un encuentro. Esos apuntes permitieron crear promedios básicos como el average y la efectividad, que para la fecha eran métricas que ayudaban evaluar el rendimiento de todos los involucrados en un desafío de béisbol.

Poco después de mediados del siglo XX, Bill James comenzó a hablar de nuevas estadísticas que poco a poco comenzaron a reforzar las básicas con unas más avanzadas. James consideró en su libro Baseball Abstract que las personas no entendían tan bien este deporte y por eso era momento de incrementar el conocimiento.

En base a ese planteamiento surge la sabermetría, conocida como el estudio objetivo del béisbol a través de las estadísticas modernas y que permite ampliar el espectro del análisis del juego en base a las tradicionales para tratar de medir de manera más eficiente el accionar de los jugadores y equipos sobre el campo. Esa innovadora estrategia se arraigó mayormente en Norteamérica, pero su utilidad le permitió expandirse hasta el territorio sudamericano y caribeño.

En Venezuela, en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), la utilidad de esta tendencia tomó mucho valor en los últimos lustros. Organizaciones como las Águilas del Zulia y los Caribes de Anzoátegui quedaron campeones en los últimos dos años en base a este análisis, a pesar de que algunos consideran que no se puede usar debido a la poca muestra que tiene la data.

“He incorporado la sabermetría en área específicas, no en todos los aspectos del juego, y me ha ido bien. Lo incorporo porque creo que el juego está cambiando, está innovándose y hay que evolucionar con el juego, porque si no te quedas atrás y no avanzas”, señaló el mánager aguilucho Lipso Nava sobre la utilidad.

Mientras que José Manuel Fernández, gerente deportivo de los Leones del Caracas, indica que “nosotros utilizamos la sabermetría a nivel de la data de ligas menores, porque es la principal base de información que nosotros manejamos para tomar las decisiones. La muestra que se maneja es bastante importante, porque si tienes una temporada de 400 o 500 turnos que te da una muestra suficientemente grande para ver tendencia y tomar decisiones en base a eso”.

La ofensiva

Ampliar los conocimientos al momento de analizar el juego les permite a algunos equipos de la pelota local contratar peloteros que se adapten su estadio y necesidades. Ese es el caso de los capitalinos, en la temporada 2018-2019, buscaron al colombiano Harold Ramírez por su capacidad de conectar líneas y de dirigir la pelota al centro del terreno, características que lo convierten en un jugador atractivo para el Universitario.

“En el caso de nosotros tenemos este año (2018) a Harold Ramírez su tendencia a nivel de conexiones siempre se carga principalmente al centro del campo, eso me indica que es un bateador de mucho contacto y que lee muy bien los pitcheos, y en el caso del Universitario los peloteros que batean mucho al jardín central generan más extrabases e inclusive conectan ‘jonrones baratos’. Por esa tendencia, estuvimos detrás de Ramírez”, explicó Fernández sobre la forma en la que aplicaron las estadísticas avanzadas para estructurar su novena este año.

En el caso de los rapaces, el asistente a la gerencia deportiva, Wilmer Reina, asegura que “en el caso de las Águilas normalmente la gerencia utiliza mucho el análisis estadístico para saber el tipo de jugador que le puede convenir al equipo, tomando en cuenta las características del estadio Luis Aparicio, sobre todo cuál ha sido el comportamiento ofensivo del jugador en el estadio, como se comporta en ligas menores en estadios de características similares. Si es un bateador de líneas o si es un pelotero que es hábil corriendo, es importante conocer su capacidad de tomar una base extra”.

Otras novenas del principal pasatiempo nacional, como Cardenales de Lara o Caribes de Anzoátegui, también demuestran la aplicación de esta tendencia para estructurar sus alineaciones o incluso para prepararse antes de cada encuentro. La mayoría de los equipos que aplican este nuevo análisis estadístico como un paso para sacar el máximo rendimiento a sus jugadores y tratar de alcanzar más victorias.

En base a todo ese manojo de métricas avanzadas y utilidad que se le puede dar, el coach de los Atléticos de Oakland y exmánager de tres divisas en la LVBP, Alfredo Pedrique, indica que la sabermetría “Es parte del juego y sí tiene resultados positivos porque de acuerdo a lo que te arrojan los numeritos puedes acomodar mejor tu defensa, puedes realizar movimientos en la alineación dependiendo del pitcher contrario y muchas cosas que se toman en cuenta hoy en día”.

En la liga hay un cúmulo de estadísticas importantes, que van desde las tradicionales como el promedio de bateo y las avanzadas como porcentaje de embasado (OBP), slugging (SLG), average de pelotas puestas en juego (BABIP), poder aislado (ISO) y promedio de embasarse ponderado (wOBA), que permiten analizar de manera más amplía a un pelotero o una temporada, pero la clave está en el contexto que se coloca a esas métricas al momento de estudiar las tendencias para lograr mayor asertividad.

“Personalmente estoy haciendo un reporte de con qué frecuencia anotan las Águilas y cómo anotan, si hay hombre en primera y no hay out que cantidad de turnos es out o conecta imparable, y así con cada situación de juego. Eso se le conoce como un reporte de expectativa de carreras anotadas”, señaló el licenciado Reina. “Si hay robos de bases y que tan efectivos son, al igual que la fuerza de las conexiones que reciben, para eso hay un servicio en la LVBP que está habilitado”.

Uno de los bancos más importantes para encontrar estas estadísticas, enfocadas en el circuito local, es la página de la liga, donde no solo se enfocan en las convencionales, sino que desde hace tres años ampliaron la cantidad de números que ofrecen al público. En una pestaña de que dice avanzadas de bateo se encuentra métricas como el OBP, SLG o wOBA, mientras que en pelotas bateadas muestran la cantidad de conexiones que son de línea, elevado y rolling, junto con sus porcentajes.

Uno de los hándicaps de usar la data del béisbol venezolano es la pequeña muestra que tiene, al ser una campaña de apenas 63 compromisos o tres meses, a pesar de eso es una guía importante junto a la que ofrece el sistema de ligas menores, lo que permite cotejar el accionar de un pelotero en Venezuela con lo que fue su rendimiento en una zafra más larga como la de Estados Unidos, que puede ser de al menos 100 encuentros.

“De la data de la liga por ejemplo no tenemos la información de si un batazo es línea o fly, porque es demasiado relativa. Lo que hacemos es cotejar esa información con la data que deja ese pelotero en Estados Unidos y lo revisamos con lo que está haciendo en Venezuela, para ver si sigue los mismos patrones”, dijo el ejecutivo melenudo. “Esta liga está llena de intangibles, porque el factor del parque es importante y el logístico también. Condiciones climáticas, de juego, etc.”.

Pitcheo

Otra arista del juego con un alto grado de complejidad al momento de analizar el juego es el pitcheo. Su usó varía desde la aplicación de esta tendencia, no se limita a si tiene buena efectividad o récord de ganados y perdidos, todo lo contrario, las contrataciones de los brazos de una organización dependen de su estadio, tendencias e incluso de la alineación rival.

El uso de esta estrategia pone sobre la mesa estadísticas como la efectividad independiente del fildeo, que evalúa solo los eventos en los que los serpentineros tienen control, relación ponches-boletos, las bases por bolas e hits por innings lanzados (WHIP), que muestra la cantidad de corredores que se le embasan a un lanzador por cada tramo de labor, como le va ante zurdos o derechos, los porcentajes de elevados, rollings y líneas.

“En los pitchers vemos cómo se comportan en este estadio (Luis Aparicio). Si es un pitcher que le levantan mucho la bola nos puede ayudar, porque cuando elevan la pelota en el estadio comúnmente es out, además vemos que efectividad tiene antes ciertos rivales y el cuerpo técnico busca que tan efectivos son los zurdos contra bateadores de su misma mano. Eso es esencialmente lo que buscamos para armar el roster”, aseguró Reina.

En el caso de Fernández aplica las mismas métricas, aunque él añade una tradicional como complemento de toda esa gama. “Hay una data muy sencilla, que me gusta usarla, que es el promedio de innings lanzados por los abridores, eso te da una señal clara de una capacidad de éxito para que un equipo gane seguido”.

Desde el punto de vista del mánager Nava, el análisis estadístico lo usa, también, para tratar de realizar la mejor selección de un pitcher, en eso entra el juego el toletero que podría enfrentar, cómo le va en ciertas situaciones y las tendencias que este tiene.

“La sabermetría la uso en momento específicos y matchups. Ejemplo claro es que algunos equipos tienen bateadores de ambas manos que conectan mejor la pelota a los zurdos a la derecha que derechos a la zurda”, contó el estratega.

El manejo de esta información cambia poco a poco la manera de concebir el béisbol, aunque en su ADN es el mismo juego, las decisiones son más estudiadas y discutidas, con el fin de disminuir potenciales errores y poder ampliar el número de victorias que puede tener un equipo durante una temporada. Eso trae como resultado que veamos en ocasiones a derechos midiéndose a zurdos y no un siniestro a otro de su mano.

“Esta temporada (2018-2019) probé en dejar a Anderson Múñoz contra los zurdos de Cardenales de Lara y me funcionó. Las estadísticas decían que le iba mejor ante los bateadores de esa mano y él logró retirar el inning”, confesó el timonel.

Precisamente Múñoz es uno de esos casos en el que los enfrentamientos deben estudiarse mejor. Desde la campaña 2017-2018, sus tendencias indican que tiene mejor rendimiento ante los zurdos, al punto de tener efectividad de 2.07 ante los jugadores de esa mano, mientras que frente a los diestros es de 5.25.

Otro caso, muy puntual, en el que la sabermetría mostró un comportamiento distinto de un apagafuegos fue en Jonathan Ortíz, relevista dominicano que vino con los Leones en la zafra 2013-2014. Al quisqueyano le bateaban menos de .110 con corredores en posición anotadora, mientras que cuando tenía las bases vacías el average de los contrarios subía a .300.

“El caso de Ortiz es muy particular, es muy distinto a nivel de estadística. Cuando venía en situación de apremio era uno, mientras que sin gente en base era totalmente distinto”, recordó el gerente capitalino. “Yo me doy cuenta que un bateador o lanzador cambia su enfoque con hombre en posición anotadora si reviso las estadísticas en esas situaciones”.

Herramienta vital

Las voces que desafían el uso de la sabermetría en el béisbol moderno están a flor de piel y la resistencia, en algunos casos, también, pero la mayoría de las novenas del béisbol venezolano se encuentran en una encrucijada en la que se vieron obligados a estructurar un equipo de trabajo con conocimiento de esta tendencia para tratar de cortar las ventajas.

“Salir sin un análisis de estadísticas avanzadas, es salir ciego al campo. Sobre todo, al momento de no realizar los cambios de lanzadores o bateadores por no saber cómo batean ante jugadores de cada mano, sabiendo que pelotero es menos o más hábil con corredores en posición anotadora”, declaró Reina.

Para Fernández, “la sabermetría permite profesionalizar el negocio, aunque eso no quiere decir que se traduzca en éxito. Porque si hay una liga compleja es la venezolana, porque es complejo aplicar al éxito de un pelotero de cierto equipo”.

Los principales argumentos de las personas que están en desacuerdo con el uso de esta tendencia en el circuito local hablan de que es inaplicable porque no se cuenta con el avance tecnológico de Major League Baseball o con una data tan amplia como esa, pero hay técnicos que rechazan esa teoría porque consideran la información que se obtiene de la pelota norteamericana contribuye a develar tendencias sobre los jugadores y así buscar mejores resultados.

“Hay mucha gente que está cerrada a usar la sabermetría. Hay mucha gente que no la aplica en Venezuela porque dicen que no tiene sentido y, ojo, cada quien tiene su opinión, pero a mí me ha funcionado y no es que es la bola mágica, pero tiene información con las cuales puedes trabajar, tienes tendencias y números”, señala Nava.

El uso de estadísticas avanzadas para analizar el juego es algo que parece haber llegado para quedarse, aunque técnicos como el timonel de las Águilas y Pedrique aseguran que la clave de aplicar esta tendencia está en que se debe usar un 50-50, una parte de instinto del mánager y otra lo que dicen los números. Esa combinación es la clave, según ellos, es la clave para maximizar el accionar de una divisa, en Venezuela o fuera.

Mientras que Fernández, Gómez y Reina dicen que desde el lado gerencial es una herramienta vital, no ponerla en práctica es un error grave porque le das ventaja al rival. Por eso cada una de sus organizaciones, al igual que los Caribes de Anzoátegui, rodearon sus gerencias personas con conocimientos en el análisis de métricas avanzadas.

Aunque su aplicación no está directamente relacionada con el éxito de un conjunto, es un arma que no debe ser descartada por el desconocimiento que un equipo pueda tener sobre la sabermetría o por ser una tendencia novedosa. El coach Pedrique, un estratega chapado a la antigua, aseguró que tenía cierta resistencia, pero luego de ver lo efectiva que fue este año en las Grandes Ligas, con Oakland, garantizó que, si vuelve a ser mánager, en Venezuela, la va a aplicar.

Reportaje escrito para la tesis de grado para optar por el título de Licenciados en Comunicación Social de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE), Maracaibo.

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