El diario plural del Zulia

Odúbel imparable

El zuliano es uno de los mejores bateadores de la Liga Nacional en el inicio de la temporada 2018. Es segundo en average (.341) e hits (42) del viejo circuito

El momento de Odúbel Herrera no parece tener fin y juego a juego da muestras de una gran habilidad para mantenerse en las almohadillas. El venezolano tuvo una gran jornada ayer al ligar par de cuadrangulares, con los que extendió su seguidilla de juegos embasándose a 36.

“Tengo que darle mucho crédito a César (Hernández), porque estaba viendo su turno al bate y sabía que me iba a lanzar de manera similar a él, así que funcionó”, dijo Herrera a MLB.com sobre su primer estacazo de la noche, que fue ante el abridor Jeff Zamardzija, de los Gigantes de San Francisco.

La racha del criollo comenzó el 27 de septiembre de 2017 y se ha extendido al poder embasarse por boleto, pelotazo o hit en cada uno de sus compromisos desde ese momento. Herrera ha hilvanado la cadena de encuentros más larga llegando a salvo a las bases para los cuáqueros desde que Jimmy Rollins logró 38 duelos, entre 2015 y 2016.

Desde el arranque de la campaña, el zuliano tiene 31 desafíos seguidos embasándose, que representa la racha más larga en el béisbol para iniciar una zafra desde que Matt Holliday logró 45 encuentros en 2015.

El nativo de San José aún está lejos del récord para un venezolano, que es Bob Abreu (48, entre 2000 y 2001).

Su marca es la séptima mejor para un criollo, le siguen Alfonso “Chico” Carrasquel (37, en 1950), Melvin Mora (38, 2004), Andrés Galarraga (41, entre 1996 y 1997), Víctor Martínez (44, 2005-2006), Miguel Cabrera (44, 2013) y el “Come Dulce”.

Gran momento

Herrera es desde el 2015 el mejor pelotero de los Filis en las Mayores. El año pasado bateó .281 en 138 juegos, con 42 dobletes, 14 jonrones, tres triples y 56 remolcadas. Ese rendimiento incrementó en el comienzo de 2018, cuando es segundo en promedio de bateo (.341) en 33 compromisos, con 19 anotadas, siete biangulares, una conexión de tres esquinas, cinco bambinazos y 20 fleteadas.

“Me siento muy bien en este momento”, dijo el patrullero. “Es parte de ser selectivo. Quiero ser disciplinado en el plato, no quiero hacer swing con malos lanzamientos, solo quiero hacer buenos lanzamientos”.

El criollo está encaminado a mejorar uno de los aspectos del juego que más le había costado: reducir los ponches. Hasta el momento suma 21 abanicados y las proyecciones le dan para culminar con 100, lo que representaría la menor cantidad en su trayectoria de cuatro temporadas en el béisbol.

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