Los jóvenes son el aval de Dudamel
Dos cosas quedaron claras en el primer discurso de Rafael Dudamel como seleccionador nacional: las nuevas generaciones continuarán con oportunidades para mantener el proceso de renovación y la disciplina piensa ser retomada por el nuevo timonel vinotinto. “Debemos cerrar círculos para que solo se hable de fútbol. Siempre con la puerta del camerino cerrada”, resaltó en rueda de prensa con el deseo de acabar con los conflictos extracancha.
También resaltó el proceso de recambio generacional que vive Venezuela. “Cuento con una generación extraordinaria. Esta es una lista de 40 jugadores de mucha juventud pero de mucho recorrido”, explicó sobre la convocatoria preliminar para la Copa América Centenario.
La expectativa por ver de nuevo a los más chamos, quienes fueron los encargados de lavar un poco imagen de la Vinotinto en doble fecha ante Perú y Chile, es alta. Uno de ellos fue Mikel Villanueva, quien debutó ante los incas y en Lima pudo estrenarse como goleador de selección.
El lateral izquierdo de la filial del Málaga español ya conoce a Dudamel, quien lo dirigió en el Deportivo Lara. “Me contenta tener a un técnico con el que ya jugué. No he tenido la oportunidad de comunicarme con él desde que lo anunciaron pero no deja de causarme una felicidad por la clase de persona que es”, dijo a Versión Final desde España por vía telefónica.
El defensor tachirense descartó que el ambiente dentro del vestuario fuera negativo en los últimos partidos del ciclo de Neo Sanvicente. “No estoy al tanto de problemas porque el ambiente siempre fue positivo”. Sin embargo, cree que Dudamel tiene la capacidad para recuperar cualquier relación que llegase a estar rota. “Tiene muy buen manejo de grupo por su constante comunicación con los jugadores”.
Con la gran cantidad de jóvenes en la preselección para el evento continental, Villanueva confía en que lleguen las oportunidades para los de menor recorrido. “Venimos pidiendo paso y en cada uno está aprovechar los minutos que nos necesiten y dar lo mejor de sí a cada momento. Solo resta seguir trabajando para ganarse las convocatorias”.
Descartó, de igual forma, que dejar de pensar en Rusia 2018 sea opción pese a lo complicado de la situación por estar último en la eliminatoria con un punto de 18 posibles. “Mientras que hayan posibilidades de clasificar no creo que debamos bajar los brazos. Hay que ganar cada partido que se nos presente”, afirmó el zaguero de 22 años.
Juan Pablo Añor es otro de los convocados por el nuevo técnico tras también tener la oportunidad de enfundarse la Vinotinto de mayores por primera vez. “Los jugadores jóvenes queremos hacerlo lo mejor posible para ganarnos un puesto. Debemos hacer las cosas bien para que las cosas empiecen a resultar”.
“Al momento de hoy ya todo lo que pasó, pasó. Nos toca levantar la cara y pensar en lo que nos viene en el futuro inmediato”, indicó el mediocampista del Málaga.
El quizá jugador más destacado de los enfrentamientos recientes de la selección fue Rómulo Otero, quien ya piensa en lo que viene en el próximo ciclo con Dudamel al frente. “Esperamos que esto se solucione rápido. Todos pensamos en los errores que pasaron y lo que se puede corregir”, afirmó el volante caraqueño.
“Hay que volver con la actitud de siempre y encontrarnos. No sé si Rusia sea algo imposible pero ahora solo resta ganar y ganar partidos”, puntualizó el jugador del Huachipato.
La amplia lista de jugadores con futuro por delante la completan Adalberto Peñaranda, Andrés Ponce, Josef Martínez, Wuilker Faríñez, Yeferson Soteldo, Jhon Murillo, Yangel Herrera, entre otros, que serán el aval de Rafael Dudamel en un proyecto en el que primero deberá retomar la confianza del venezolano, dolido por los resultados actuales.
Luego deberá retomar los códigos que se perdieron los meses recientes y que en el entorno de la selección lo más importante pase dentro de la cancha. “Dejemos el pasado atrás. No me corresponde sacar conclusiones del ciclo pasado. Es hora de callar, ordenar nuestros roles y jugar al fútbol”, dijo con firmeza el preparador yaracuyano.
La única manera de avanzar parece dejar todo atrás. Dudamel debe buscar la forma que los problemas queden en el pasado para explotar lo mejor de los más y menos experimentados.
