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Los cambios de Scaloni salvan a Argentina, que arranca un empate en Alemania

Alemania, pese a las numerosas bajas con las que se presentaba al duelo en Dortmund, no renuncia a su ADN y una de las características del juego germano es el castigo a los errores del rival

La selección argentina de fútbol arrancó un meritorio empate ante Alemania, en partido amistoso disputado este miércoles en Dortmund, con los goles en la segunda parte de Lucas Alario (66) y Lucas Ocampos (85), ambos ingresados tras la pausa.

En la primera parte Alemania fue muy superior, consiguiendo sus dos goles, por medio de Serge Gnabry (16) y Kai Havertz (22), pero los cambios introducidos por Lionel Scaloni en el segundo periodo cambiaron el partido, lo que permitió a la Albiceleste empatar la contienda.

"El primer tiempo no fue bueno, cometimos errores y nos agarraron de contra", admitió Scaloni.

"Pero lo importante es que supimos entender el partido en el segundo (...) Estas cosas nos sirven. Ayudan un montón porque demostramos que hay jugadores que son capaces de jugar con esta camiseta, sobre todo en el segundo tiempo, quedé muy satisfecho", añadió el DT.

Tras un inicio en el que Alemania se adueñó de la pelota y buscó el arco argentino, la Albiceleste fue equilibrando el juego y dispuso de la primera ocasión de gol, en un centro de Pereyra que Emre Can sacó cuando Lautaro Martínez se disponía a cabecear a quemarropa (9).

Alemania, pese a las numerosas bajas con las que se presentaba al duelo en Dortmund, no renuncia a su ADN y una de las características del juego germano es el castigo a los errores del rival.

Cada error en la entrega de los argentinos se convertía en una ocasión para los alemanes y así llegaron los primeros goles.

Después que Julian Brandt probase a Agustín Marchesín con un disparo desde el vértice derecho del área, que el arquero del Oporto rechazó (14), Gnabry abrió el marcador.

El joven delantero del Bayern de Múnich, que la semana pasada marcó cuatro goles al Tottenham en la Champions, se deshizo con un control orientado de tres defensas y superó la salida de Marchesín con un toque sutil con el exterior para enviar la pelota a la red (16).

Sin tiempo para reaccionar, el equipo de Scaloni recibió otro derechazo a la mandíbula: tras otra pérdida de pelota argentina, Gnabry centró desde la derecha para que el joven Havertz anotase el segundo gol (22).

Y a punto estuvo de encajar el tercero argentina antes de la media hora, pero Brandt no llegó por centímetros al centro de Niklas Süle (27).

Ocampos marca en su debut

La suerte se alió también con los sudamericanos, cuando Marcel Halstenberg estrelló un golpe franco en el larguero, con Marchesín batido (31).

En medio del naufragio, sólo Rodrigo De Paul acertó a sacar la cabeza del agua para conectar un latigazo desde fuera del área que impactó en el poste del arco defendido por Marc André Ter Stegen (33).

Gnabry amenazó con matar el partido antes de la pausa, pero su disparo desde el costado derecho se marchó muy desviado (45).

La entrada en la cancha de Marcos Acuña y Lucas Ocampos (por Marcos Rojo y Joaquín Correa) ofreció a Argentina una pequeña tregua tras la pausa, pero pasados diez minutos, la caballería germana volvió a la carga y Marchesín le ganó un mano a mano a Emre Can que podría haber sido el 3-0 (55) tras otra contra letal.

Lucas Alario, que juega en la Bundesliga, entró también por un desacertado Paulo Dybala y a los cuatro minutos de pisar la cancha cabeceó a la red un centro de Leandro Paredes para recortar diferencias (66).

El gol animó a los argentinos, que dieron su mejor versión en esos minutos y Paredes lo intentó de lejos, provocando una buena intervención de Ter Stegen (70).

Los alemanes replicaron con un lanzamiento de falta directo desde el costado izquierdo ejecutado por Joshua Kimmich y que respondió Marchesín con los puños (75).

El tramo final del partido fue el más equilibrado, con Argentina yendo claramente de menos a más.

Alario tuvo en sus botas el empate en dos peligrosas aproximaciones, rechazadas ambas por los defensas (78 y 80), pero a la tercera llegó el premio: el jugador del Leverkusen se marchó de sus marcadores y cedió a Ocampos para que el del Sevilla superase a Ter Stegen (85).

Argentina olió sangre, se creyó con posibilidades de llevarse la victoria del Signal Iduna Park, y presionó hasta el final al equipo germano, pero el marcador ya no se movió.

"En la primera mitad jugamos de una manera muy valiente, tomando riesgos, pero combinamos muy bien, jugando bien en el aspecto ofensivo. Pero en el segundo tiempo, Argentina fue más fuerte. Metieron a jugadores de calidad, con profundidad y muy peligrosos", admitió por su parte Löw.

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