La Vinotinto del baloncesto logró el pase a la Americup
Con contundencia y caracter de sobra, Venezuela clasificó a la Americup 2022 al vencer este domingo 80-67 a Colombia, en el primer partido de la tercera ventana clasificatoria.
Vestidos de azul rey, los venezolanos demostraron que siguen siendo una de las mejores selecciones del continente. Ni la inestabilidad de los torneos locales, ni la pandemia han podido con ellos.
Muy conscientes de lo que estaba en juego, comenzaron con intensidad, presionando y marcando distancia, afianzados en los hermanos José y Gregory Vargas, una dupla que no se cansa de hacer historia para su país.
Luego de cerrar el primer cuarto con un contundente 21-16, los cafeteros consiguieron regresar en el partido y se acercaron peligrosamente para cerrar la segunda mitad en desventaja apenas por un punto, 37-36.
Los dirigidos por Fernando Duro apelaron a su experiencia y mantuvieron la calma en los mejores momentos de Colombia para luego atacar sin piedad.
El tercer cuarto comenzó con un triple de los locales, pero siguió con 10 puntos consecutivos para los vinotinto. La banca respondió una vez más con el jovencito José Materán, protagonista de esa generación de relevo que no deja de ilusionar.
Venezuela se fue al último cuarto con ventaja de 11 puntos y ya ahí Colombia no encontró forma de revertir su derrota.
El capitán, el “Grillo” Vargas, fue el mejor de los criollos con 24 puntos, incluídos seis triples. Le siguieron Néstor Colmenares con 21 unidades y 10 rebotes, y Gregory Vargas con 11 cartones.
“El Sastre” Heisler Guillent volvió a ser líder en asistencias con ocho.
Una conquista llena de gallardía
La llamada “Vinotinto de las alturas” llegó a estos clasificatorios con más preguntas que respuestas. Debían medirse ante la siempre peligrosa Argentina, en Buenos Aires el 20 de febrero de 2020.
Sin liga que los repaldara, porque en Venezuela el último torneo profesional había sido la modesta Copa LPB y se remontaba a mediados de 2019, “los guerreros” salieron a darlo todo e hicieron historia.
No lograron dominar ninguno de los tres primeros cuartos, pero se mantuvieron siempre cerca y consiguieron remontar para vencer 74-68. Tres días después recibieron a la albiceleste en el Poliedro de Caracas y, aunque coquetearon con el triunfo, el juego se les terminó yendo de las manos y cerró 72-73.
La derrota fue un valde de agua fría, pero sería el único que aceptarían.
Para la segunda ventana la Superliga ya estaba en marcha, había regresado el baloncesto profesional a Venezuela y se abrió además la busqueda de nuevos talentos para avanzar hacia la generación de relevo.
Sin embargo, no todo fue color rosa. El capitán estaba tocado y fue la gran ausencia de esa ventana. Los prometedores Pedro Chourio y Yohanner Sifontes tomaron entonces la batuta.
El 27 de noviembre se los vinotinto se midieron a Colombia con Materán como la gran revelación del quinteto titular. Y fue precisamente él quien, a 59 segundos segundos para el final, marcó un triple que sentenció el juego y la aseguró la victoria 73-69.
Un día después, unos atléticos y veloces chilenos amenazaron con hacer tropezar a los de Duró, pero tampoco pudieron.
Venezuela necesitó dos tiempos extras, pero se impuso 86-77 gracias a “El Sastre” Guillent.
A la tercer y última ventana llegaron con la necesidad de obtener una sola victoria y la salieron a buscar en la primera oportunidad. Ya clasificados, con un extraordinario récord de 4-1, no queda más que seguir soñando con esa Vinotinto.
