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La salud de Antetokounmpo se cierne sobre las Finales de la NBA

La lesión de Antetokounmpo continúa un patrón para los Suns, que se han beneficiado de la mala suerte de sus oponentes durante toda la postemporada.

Las esperanzas de los Bucks de devolver el trofeo Larry O'Brien a Milwaukee por primera vez en medio siglo podrían depender de si Giannis Antetokounmpo puede recuperar toda su fuerza después de sufrir una lesión en su rodilla izquierda (hiperextendida) en las finales de conferencia.

El dos veces Jugador Más Valioso de la liga se perdió los dos últimos partidos de la serie contra Atlanta que terminó el sábado y el entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer, dijo que la lesión era "algo cotidiano".

Antetokounmpo, quien estuvo animado al margen durante los juegos en los que no estuvo, ha tenido problemas desde las líneas de tres puntos y tiros libres, pero es letal cuando ataca la canasta y es el líder de la defensiva de los Bucks.

Sin Antetokounmpo, los Bucks necesitarán grandes juegos del alero Khris Middleton, el manejador de pelota Jrue Holiday y el ala-pívot Bobby Portis, quien comenzó en el lugar de Antetokounmpo los dos últimos juegos de la serie.

Incluso si Antetokounmpo puede ir, los Bucks tendrán que trabajar mucho cuando se enfrenten a los Phoenix Suns, un equipo completo que mezcla a los veteranos Chris Paul y Jae Crowder con las estrellas emergentes Devin Booker y Deandre Ayton.

La lesión de Antetokounmpo continúa un patrón para los Suns, que se han beneficiado de la mala suerte de sus oponentes durante toda la postemporada.

En la primera ronda se enfrentaron a un equipo de los Lakers que en su mayoría no contaba con el alero Anthony Davis y en las finales de conferencia se enfrentaron a un equipo de los Clippers que no contaba con Kawhi Leonard.

Pero los Suns no han sido del todo inmunes a las lesiones.

Booker sufrió una fractura en la nariz después de chocar con Patrick Beverley de los Clippers y Paul tuvo que luchar por lesiones en la mano y el hombro y se perdió dos juegos en las finales de conferencia debido a los protocolos COVID-19.

Los Suns, que jugaron por última vez el 30 de junio, llegan más descansados ​​que los Bucks, que tienen un cambio rápido.

Phoenix también tiene ventaja en la cancha local, con los juegos uno y dos que se llevarán a cabo el martes y jueves frente a sus fanáticos alborotadores en el Valle del Sol.

Esos fanáticos esperarán que el equipo finalmente ponga fin a la sequía de títulos de la franquicia, que comenzó como un equipo de expansión en 1968.

Los Suns se han acercado antes, habiendo llegado a la final en 1976 y 1993, pero en ambas ocasiones no lograron terminar el trabajo.

Si finalmente superan la joroba, mucho crédito será para Paul, posiblemente el mejor base armador de su generación que está jugando en su temporada 16 mientras todavía busca su primer anillo de campeonato.

El primer partido de las Finales de la NBA es el martes en Phoenix.

 

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