El diario plural del Zulia

La historia de la familia Panini: creadores del negocio del álbum del Mundial

Cada cuatro años Panini juega su propio mundial capitalizando la fiebre por la copa

Desde su lanzamiento en 1970, la llegada de la Copa del Mundo trae consigo una nueva edición del álbum de barajitas Panini, un furor entre los futboleros, un hobbie que atrapa a jóvenes y adultos, quienes buscan recolectar las más de 500 pegatinas.

Detrás del frenesí que ya comenzó a falta de pocos meses del mundial hay 60 años de historia que pocos conocen. Los hermanos Panini fundaron un imperio coleccionable que durante la Copa del Mundo 2018 facturó más de 1,000 millones de dólares. Un emprendimiento que inició en un humilde kiosco de revistas en Modena.

Los visionarios fueron Giusseppe, Benito y Umberto Panini, oriundos de Emilia-Romaña. Los hermanos viajaban seguido a Modena ya que su padre trabajaba en la academia militar de la mencionada provincia. En 1945 la familia consigue la licencia para operar un pequeño kiosko cerca de la catedral en el centro modenés.

Un día uno de ellos se cruzó con una colección de tarjetas de plantas y flores que sobraron de una promoción de una revista. En esa época las tarjetas coleccionables que venían con las publicaciones estaban de moda.

Por lo tanto, las compraron y decidieron darles la vuelta, dividiendo las tarjetas en paquetes de dos unidades y las vendieron por separado fuera de la colección. Un éxito desde el comienzo que decidieron llevarlo más allá.

Nace Panini

Avanzando hasta 1961, cuando el trío de hermanos alquilaron un taller Via Castelmaraldo, comprando los derechos de algunas de las estrellas del fútbol italiano y empezaron a imprimir coleccionables con sus imágenes.

Las barajitas tenían el tamaño de una estampita y eran coleccionables sin más. No fue hasta  1964 cuando compraron una planta impresora y lanzaron su primer álbum. Después llagarían las autoadhesivas que hoy en día se ven.

El negoció explotaría oficialmente en 1970 al asociarse con la FIFA para producir el álbum del Mundial de México.

Infobae

Desde ese momento el deporte se convirtió en el fuerte de la compañía, sobre todo las Copas del Mundo. Aunque Panini fue sumando licencias de personajes y temáticas hasta el punto de vender álbumes de superhéroes y videojuegos.

Nuevos dueños

Los hermanos Panini se mantuvieron al frente del negocio hasta 1989 cuando lo vendieron al británico Robert Maxwell, dueño del medio Daily Mirror, por 96 millones de libras.

Durante la administración de Maxwell las figuritas perdieron relevancia ligado a baja calidad de las mismas. De hecho, el empresario utilizaba dividendos de Panini para invertirlos en otras sociedades.

Robert Maxwell/ La República 

Tras su muerte en 1991, la firma pasó a manos del consorcio italiano Bain, Gallo, Cuneo y De Agostini. En 1994, Marvel Entertainment Group adquirió Panini, pero la empresa de comics cayó en bancarrota y cinco años más tarde por Fineldo, compañía que conserva su participación.

Volviendo al presente, Panini saca máximo provecho de la Copa del Mundo durante los meses previos y durante el desarrollo del torneo multiplicando sus ventas ante el furor del fútbol.

En 2014 registró ventas por casi US$ 800 millones y en 2018 superó los US$ 1.000 millones.

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