El diario plural del Zulia

La FVF es víctima de su estructura

Ver a alguien en una situación impensada hace años es algo común en Venezuela. Más de uno conoce a esa persona que siempre mantuvo cierta estabilidad económica pese a la crisis que se avizoró tiempo atrás y, con el transcurrir de la crisis, la terminó viendo en una cola por comida, devorado por su entorno.

La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) pasó, como a cualquier habitante de este país, de tener full las alacenas a inventárselas para subsistir. Pero a diferencia de quienes viven la parte más cruel de las circunstancias actuales, estuvo en sus manos escapar de la realidad.

Aunque el último escollo presentado, la tramitación de recursos con el Ejecutivo nacional para un vuelo chárter que traslade a los convocados para la próxima doble fecha eliminatoria en septiembre ante Colombia en Barranquilla y Argentina en Mérida, llegó a buen puerto, hay señales de que algo no termina de andar bien en el ente.

Desde la detención de Rafael Esquivel, uno de los tantos dirigentes del fútbol internacional caídos en el Fifagate, el 27 de mayo de 2015, las nanzas fueron gran parte de los dolores de cabeza de la gestión que lo sucedió con Laureano González.

El nuevo presidente jamás negó que las cuentas preocupaban y cayó en una diatriba con Pdvsa, principal patrocinante de la selección nacional, por impagos y falta de cumplimiento a los contratos firmados. “No puede ser que cada vez que vayamos a competir tengamos que poner a parir al Presidente”, dijo el directivo de la FVF, Nelson Carrero, quien a su vez aclaró que la situación económica no es tan alarmante como se podría suponer desde afuera.

Pero pasó en esta oportunidad. La Vinotinto, siempre siendo luz en contraste a la sombra de los equipos del fútbol local, ahora se asemeja a los equipos que hacen vida puertas adentro. Empieza a depender de los entes gubernamentales para poder funcionar con normalidad.

Fue desde el 2001 que el combinado patrio empezó a ganar atención con el “boom vinotinto” y tomó distancia de lo que ocurría. En el penthouse del deporte nacional, recibieron la atención de fanático, nuevos sponsors y, por supuesto, mayores ingresos. Pero paralelo a lo que ocurría con la selección, desde la fecha desaparecieron nueve equipos que hicieron vida en la Primera División: Nacional Táchira, Deportivo Galicia, Unión Atlético Maracaibo, Deportivo Italmaracaibo, Guaros de Lara, Estrella Roja, Minervén, Centro Ítalo y Caroní tuvieron su fin en este periodo de tiempo, algunos con más éxito que otros.

Eso sin contar los que han quedado en el camino en el resto de categorías. Amén de ser casi regla general la canas de deudas con sus jugadores por varios meses, originados -en muchos casos- por lo ligado que están con entes gubernamentales que dejan de cumplir sus compromisos. “El Gobierno empezó a infuir de manera muy directa con el fútbol desde la Copa América que se hizo en Venezuela en 2007. Es negativo por ser intereses ajenos al deporte”, explica Juan José Vidal, exfutbolista venezolano y parte del comité organizador de cuatro mundiales, especialista en gerencia deportiva.

La más clara confesión de la alianza con el Gobierno fue, cuando en 2012, se alejaron de Polar como principal patrocinante para aliarse con Pdvsa. La estatal petrolera le ganó un importante duelo a la empresa del oso, que actualmente volvió a juntarse con la FVF y poner su marca y apoyo en las camisetas de las selecciones inferiores. Y, aunque la situación no es tan crítica al momento, con la preparación de incluso las selecciones inferiores tanto masculinas como femeninas aseguradas, es preocupante el nivel al que puede llegar la dependencia del Estado en la ejecución normal de la planificación.

La FVF llevó a su producto más preciado del penthouse del más lujoso a una actualidad aún soportable pero que da vestigios de poder empeorar. La estructura del edificio no fue solidificada en su momento y el costo puede ser peor a lo que se dejó de invertir.

 

 

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