Hermandad criolla en los Filis de Filadelfia [+Fotos]
“Este es un clubhouse lleno de panas”, así describe Freddy Galvis al búnker primaveral de los Filis de Filadelfia. Con el coloquial acento criollo y sus características personalidades los venezolanos se apoderan del ambiente en el Bright House Field, donde este año se agruparon la mayor cantidad compatriotas en la historia de los Filis.
De los 141 paisanos que asistieron al spring training, la organización cuáquera cuenta con la legión venezolana más amplia entre todos los complejos primaverales. Los nueve compatriotas (11 desde el inicio de la pretemporada), asentados en Cleaerwater, son la mayor cantidad para un club estos entrenamientos primaverales.
El liderazgo de los peloteros nativos de los Filis no solo se centra en la cantidad del grupo, sino en la importancia que tienen sus roles dentro del campo.
“En cada campo que uno va puedes observar un buen grupo de talentosos jugadores venezolanos, no solo se ve con nosotros”, señaló a Versión Final Jorge Velandia, quien es uno de los dos coachs criollos que se suman a la “embajada” nacional de los Filis.
“Ellos serán la llave que nos puedan ayudar abrir la puerta del éxito. Queremos ganar una buena cantidad de partidos y cada uno estos muchachos cumplen una función importante dentro del equipo”, comentó Pete Mackanin, mánager de los Filis.
Para el inicio de la temporada los Filis tendrán como campocorto titular a Freddy Galvis, quien hará llave alrededor de la intermedia con el camarero César Hernández. En el centerfielder Odúbel Herrera, luego de su gran año de debut, se ganó el derecho a estar a diario en la alineación. Andrés Eloy Blanco apunta a ser el utility dentro de las opciones con que cuenta Mackanin en el roster.
Dentro del grupo de lanzadores, los criollos Elvis Araujo, Yoervis Medina, Jeanmar Gómez y Edward Mujica, batallan a diario para demostrar que pueden ser tomados en cuenta para darle profundidad al bullpen de Filadelfia.
“Desde la mañana en el desayuno se siente el apoyo de todos, estamos muy unidos y eso nos fortalece, cuando las cosas no salen bien en el terreno, siempre aparece una palabra o una acción que te cambia al ánimo”, indicó Gómez.
“Blanco y yo, que somos los que más tiempo tenemos aquí, siempre hablamos con los muchachos, somos una especie de guía, es algo que hago con mucho gusto, pues somos casi una familia”, comentó Galvis.
Familia cuáquera
Galvis no se siente como uno de los precursores de este movimiento de peloteros vinotintos en Filadelfia, el “MVP” prefiere darle crédito al talento de sus “panas”. “Cada uno de los que estamos ahora posee las herramientas para que sigan confiando que en Venezuela hay un gran béisbol”.
“Creo nuestro estilo de juego se adapta a lo que le gusta al mánager”, comentó Hernández. “Él ya dirigió en Venezuela y habla muy bien el español. Es de ese tipo de estratega que le gusta la chispa que le aportamos en el terreno”, eso es una ventaja para nosotros los latinos”.
Araujo comparte la idea de su compañero de equipo. “Es una gran motivación, el hecho de pertenecer a un grupo como este te inspira. Aquí cada uno de los jugadores tiene el talento para demostrar que la pelota venezolana está creciendo, que se ganaron el derecho de llegar a esta organización por méritos propios”.
Herrera, quien está en su segundo año con los Filis, asegura que el ambiente es el propicio para aportar al éxito. “Es muy bueno ser parte de un grupo tan grande de venezolanos, todos los días hay un cuento nuevo y a uno a quien echarle broma. Hay una hermandad, algo más que una familia, pasamos más tiempo con estos ‘locos' que con nuestros familiares”.
