El diario plural del Zulia

Gleyber Torres impresiona con su éxito en postemporada

Torres, a sus 22 años, en la SDLA bateó .417 (de 12-5) con cuatro dobles, un jonrón y cuatro impulsadas ante el pitcheo de los Mellizos, incluyendo el bambinazo solitario contra Jake Odorizzi que abrió la pizarra del juego del lunes por la noche

La presentación del cinturón metálico de campeonato con las letras de "N.Y." fue parte de la celebración del lunes por la noche, tal y como sucedió luego de cada victoria de los Yankees durante el año. Esta ocasión fue diferente, con Aaron Judge alzando el reconocimiento frente a múltiples cámaras.

Judge pidió hacer silencio para hablar de la serie, particularmente del Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana ante los Mellizos. Luego, con una sonrisa, levantó su botella de cerveza y dijo: "Esta noche el cinturón va para G.T."

Por supuesto, "G.T." es el venezolano Gleyber Torres, quien aceptó la distinción que se le otorga al jugador más importante del juego. Mientras tanto sus compañeros le pedían que dijera unas palabras.

"Me siento nervioso", dijo Torres. "Gran victoria, pero ya lo de esta noche pasó. Ahora vamos con la siguiente serie, ¡vamos!".

Luego Torres abrió una botella, en medio de lo que esperan sea la segunda de cuatro celebraciones en el año. Si los Yankees consiguen el objetivo, Torres será una de las razones principales.

"Es el próximo grande de los Yankees", dijo Judge. "No puedo creer las cosas que hace".

Torres, a sus 22 años, en la SDLA bateó .417 (de 12-5) con cuatro dobles, un jonrón y cuatro impulsadas ante el pitcheo de los Mellizos, incluyendo el bambinazo solitario contra Jake Odorizzi que abrió la pizarra del juego del lunes por la noche.

¿Nervioso? Tal vez cuando habla en público, aunque es impresionante cómo ha mejorado su inglés en los últimos dos años. En el terreno no ha demostrado nervios, al protagonizar el lunes dos estelares jugadas a la defensa, completando una importante doble matanza con el abridor dominicano Luis Severino en la lomita y robándole un hit al puertorriqueño Eddie Rosario.

"Es realmente un jugador especial", dijo DJ LeMahieu. "No hay momento demasiado grande para él. Tuvo un juego y una serie tremenda".

"Es impresionante", dijo Giancarlo Stanton, "y va a seguir mejorando".

Algunos podían anticipar esa clase de jugadas desde hace meses. Torres recuerda que en algún momento de diciembre pasado contactó a Carlos Mendoza, el coach del infield y de control de calidad de los Yankees.

Mendoza vive en el área de Tampa, Florida y en lugar de ir a los centros comerciales de compras, Torres decidió que quería ir al terreno a manejar roletazos.

"Le dije que quería jugar defensa", dijo Torres. "Sé que es temprano, pero quería prepararme. Quería asegurar todos los roletazos y no cometer los mismos errores que el año pasado. Tenía que pulirme en eso y prepararme bien".

Fue el único jugador de los Yankees en el Día Inaugural que no pasó a la lista de lesionados. Torres dio 38 jonrones en el año, convirtiéndose en el segundo jugador más joven de los Yankees, por debajo de Joe DiMaggio, en dar al menos 30 bambinazos. Sus 90 impulsadas significaron la mayor cantidad para un jugador de 22 años o menos desde que Mickey Mantle remolcó 102 en 1954.

"Me siento un poco menor (de 22 años)", dijo Torres con una gran sonrisa. "No se trata de mi edad. Estoy enfocado en hacer mi trabajo, ayudar a mi equipo en cualquier situación, disfrutar cada situación y hacer mi trabajo. Eso es lo más importante".

El manager de los Bombarderos, Aaron Boone, dijo que piensa que el mismo Torres se puso altas expectativas y disfruta ser el hombre importante en situaciones de apremio. Fue el doblete del venezolano que abrió el Juego 1.

"Espera mucho de sí mismo", dijo Boone. "Quiere ser bueno en este equipo. Lo retamos todo el tiempo a hacer las cosas que no sólo lo van a llevar a ser un gran jugador e ir al Juego de Estrellas, sino que lo van a llevar a ser una pieza crucial en un equipo campeón".

"Lo hace siempre con una sonrisa", dijo el gerente general Brian Cashman, quien ejecutó el cambió en julio del 2016 que trajo a Torres desde los Cachorros. "Puedes ver su personalidad cuando está teniendo éxito. Es un talento que pocos poseen".

Esa transacción de cinco jugadores ocurrió mientras los Yankees intentaban reconstruirse sobre la marcha, cuando se dieron cuenta que con los últimos vestigios de su núcleo no alcanzarían un nuevo campeonato. Nueva York quería a Torres, con varios evaluadores elogiando su capacidad para brillar en momentos importantes. Por eso Cashman aceptó el alto precio por el cerrador cubano Aroldis Chapman.

Tres años más tarde, el cambio luce como una victoria para ambas partes, luego de que los Cachorros celebrarán su primer campeonato desde 1908. Mientras tanto, los Yankees volvieron a firmar a Chapman en esa temporada muerta y cuentan ahora con Torres, a quien visualizan como la piedra angular de un nuevo título.

"Lo viste todo el año", dijo Judge. "Da grandes cuadrangulares y hace importantes jugadas. No importó si estaba cubriendo la segunda base o el campo corto, siempre encuentra la manera de impresionarte. Siempre está aprendiendo y trabajando, está ahí para sus compañeros. No importa si se va de 4-0 o de 4-4, siempre va a estar apoyando a todos y encontrará la manera de impactar el juego".

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