El diario plural del Zulia

Críticas al Gobierno del grandeliga Robinson Chirinos terminan en persecución política

Cinco hombres armados irrumpieron en el apartamento de Rusmery, hermana del receptor de los Rangers de Texas, buscándola para dejar un mensaje: que el grandeliga venezolano dejara de manifestarse contra el gobierno de Nicolás Maduro, de lo contrario su núcleo familiar sufriría las consecuencias

La inseguridad que azota a los grandeligas venezolanos toma día a día nuevas dimensiones, a medida que van expresando la experiencia que han vivido ellos o sus familiares. Maracaibo fue escenario de un hecho que dejó conmocionada a la familia del bigleaguer Robinson Chirinos, según denunció su hermana desde Estados Unidos.

Rusmery Thais Chirinos de Blanco, hermana del receptor de los Rangers de Texas, y su esposo Robing eran dueños de un exitoso negocio de comida rápida en Maracaibo, que estaba anexo a su apartamento, pero en julio de 2017 su vida dio un giro inesperado, en lo que parecía un día común y corriente.

Cinco sujetos llegaron al establecimiento preguntando por ella: “¿La hermana de Robinson Chirinos?”, contó Rusmery al Dallas Sports News. El objetivo de esa visita era informarle que si su hermano persistía con la protesta contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, junto con sus compatriotas Martín Pérez, Elvis Andrus y Rougned Odor, su familia correría un grave peligro.

Los hombres armados ingresaron al restaurante, alrededor de las 5:00 de la tarde, y obligaron a los trabajadores a abrir la puerta que conectaba el departamento con el establecimiento. Los individuos saquearon y robaron todo lo que tenían y forzaron a la familia a hacerle comida, bajo la mirada de sus dos hijos, Victoria, de 13 años, y Sebastián, de 5 años.

Al terminar, realizaron un disparo al techo, como gesto de despedida. Los maleantes insinuaron que si les tocaba regresar, los disparos llevarían otra dirección. Rusmery aseguró haber llamado a la policía, pero nunca hubo algún detenido.

El grandeliga criollo aseguró que luego de lo ocurrido, “entendí el riesgo que corre toda mi familia en Venezuela”. “Gracias a Dios están todos físicamente bien, al menos. Les hicieron mucho daño mental, pero por lo menos no se llevaron a nadie”, indicó. “No solo me imagino cómo se sentían, sino también por lo que pasaron los niños. Ellos estaban allí, vieron y escucharon todo. Esos niños todavía tienen en sus mentes las caras de esas personas. Tenían miedo de hablar conmigo, incluso en mi casa”.

La hermana de Chirinos nunca olvidará lo ocurrido. “Eran muy agresivos. Nunca podré olvidar cuando sacaron las armas y comenzaron a disparar, nunca lo olvidaré”.

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