Caso Negreira: 20 árbitros testificaron sobre la influencia de Negreira y el Barcelona
Llegan novedades del caso Negreira-Barcelona desde España. El diario El Mundo reveló que una veintena de árbitros españoles fueron interrogados por la Guardia Civil, para que diesen a conocer la influencia de José Enríquez Negreira sobre la actuación de los árbitros.
A principios del año pasado, se descubrieron numerosos pagos por la suma de casi ocho millones de euros que el FC Barcelona realizó al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Enríquez Negreira, durante al menos 17 años de forma comprobada.
El titular del Juzgado de Instrucción número uno de Barcelona, Joaquín Aguirre, dirige la investigación, en donde ordenó a la Guardia Civil confirmar los dichos de algunos árbitros retirados sobre las irregularidades en la labor de los colegiados durante ese periodo.
Durante los interrogatorios se cuestionaron si el Barcelona prestaba servicios a los árbitros, como choferes o comidas, cosa que los testimonios parecen haber confirmado, aunque para el club eran simples actos protocolarios.
El juez Aguirre considera que lo de Negreira es una “novedosa forma de amaño”, a través del sistema de calificaciones al arbitraje en base a su rendimiento, es decir, quienes hiciesen actuaciones favorables al Barcelona, serían recompensados con partidos más importantes, y los que no, serían menos utilizados y hasta descendidos de división.
De igual forma, el periódico afirma que desde el departamento de Compliance del club catalán nunca abrió una investigación interna sobre los pagos millonarios al vicepresidente del CTA.
Esto llama especialmente la atención cuando se recuerda que Joan Laporta ordenó una auditoría interna exhaustiva realizada por un abogado externo en febrero del año pasado.
En otra noticia del diario El Confidencial, tres de los árbitros más importantes del fútbol español como Mateu Lahoz, Jaime Latre y Pino Zamorano, declararon que los árbitros iban a cenar con el hijo de Negreira, Enríquez Romero, y hasta los acompañaba al vestuario, y “no se podía declinar, era el hijo del jefe".
Incluso aseguraron que Enríquez Romero los trasladaba en “coches de lujo” a los partidos e iban a lugares de karaoke a cantar durante las noches.
