Carlos González: hábito de regreso
El béisbol es un juego de consistencias en sus técnicas. Cada pelotero trata de ser lo más perfecto posible en cada lanzamiento o swing, de darle éxito, lo sigue repitiendo. En 2009, Don Baylor, quien murió de cáncer el 7 de agosto, se percató que Carlos González estaba colocando la palma de las manos en el bate de manera que sus dedos quedaban hacia adentro.
Baylor le explicó que poner las palmas de las manos en la parte delgada del bate hace que la gruesa se hunda al momento de hacer swing, lo que ocasiona que le pegue por debajo a la pelota. El venezolano aflojó sus manos y empezó a tomar el madero más con los dedos que con sus palmas, generando resultados positivos en esa campaña y las siguientes.
Tras ese consejo, el jardinero bateó .588 en cuatro juegos en esa postemporada, producto de 10 hits en 17 turnos, par de dobles, un jonrón y una remolcada. En la temporada regular, ligó .284 en 89 compromisos, con 13 vuelacercas y 29 etadas.
Reencuentro ofensivo
El criollo promedió .221 en 74 desafíos en la primera mitad del 2017, con seis cuadrangulares y 22 empujadas. Sus malos números obligaron al mánager de los Rockies de Colorado, Bud Black, a sentarlo en varias ocasiones, pero el 30 de agosto, mientras veía un turno de Miguel Cabrera, consiguió la fórmula para regresar con su poderío.
"'Miggy' tiene una rutina entre pitcheos, que hace fuera de la caja de bateo", dijo González a MLB.com. "A mí me gusta verlo batear. Siempre habla mucho de la importancia del agarre del bate, y lo ves jugando con sus manos entre pitcheos. Eso me hizo recordar algo que yo hacía".
"Cuando subí la primera vez a Grandes Ligas, solía envolver el bate con la palma de las manos. Eso era algo que había hecho por mucho tiempo, y me puse a pensar: No estaba agarrando el madero de la manera correcta".
Luego de eso, el marabino batea .388 en 15 duelos desde el primero de septiembre, con cinco estacazos de cuatro esquinas, 13 traídas al plato, 15 anotadas y siete dobletes. La suma de su porcentaje de embasado más slugging es de 1.337, lo que demuestra que por fin se reencontró con su anterior forma, en parte, por recuperar el hábito enseñado por Baylor.
"Lo estaba haciendo inconscientemente", aseguró “CarGo”. "Por alguna razón empecé a envolver el bate otra vez este año".
“Esa es la manera en la que bateo desde que era un niño. Se dio cuenta (Baylor) y dijo: 'Eh, tú estás haciendo esto, ¿por qué agarras el bate de esa manera?' Le dije: "Es la única manera que sé". Así que él dijo: ‘Así es como debes hacerlo’. Entonces, empecé a controlar más el bate y tuve mayor contacto".
Momento clave
El zuliano volvió a ser el temible bateador capaz de batear 30 jonrones y empujar 90 rayitas en una zafra en el peor momento de los rocosos en la campaña. Colorado había entrado en un bache, perdieron seis juegos de los últimos 10 hasta el primero de septiembre, los Cerveceros de Milwaukee se acercaron a juego y medio del segundo comodín, colocando en jaque sus aspiraciones, pero el renacer del patrullero venezolano resurgió sus esperanzas de avanzar a postemporada.
Los Rockies tienen registro de nueve triunfos y seis descalabros en los últimos 15 desafíos, logrando mantenerse como dueños del segundo wild card de la Liga Nacional, y aumentado la diferencia de dos encuentros y medio. Casualmente, esa reacción llegó con el despertar de González.
"A lo largo de toda la temporada, todos pensamos que nuestro equipo sería mejor con Carlos González siendo Carlos González", dijo Black, quien está en su primera zafra como timonel del conjunto montañoso. "El plan siempre fue que bateara en el centro de la alineación con Nolan Arenado, para hacer una gran combinación de tercero y cuarto bate, sin importar el orden".
El marabino tiene ahora la gran oportunidad de regresar a su equipo a los playoffs, como lo hizo hace ocho temporadas, cuando fue clave en la recta final por su importante producción. Podría ser algo especial para el guardabosque derecho, tomando en cuenta que lo hará tras la muerte de Baylor, su mentor.
