El diario plural del Zulia

Vías peligrosas por el robo de marcotapas

Recorrer las calles de la capital zuliana es encontrarse con una ciudad desgastada y fracturada. La diferencia de opiniones repartiría culpas entre la “ineficiencia gubernamental” y la falta de conciencia ciudadana.

cifraversionfinalConstantes actos vandálicos en corredores viales y avenidas principales de Maracaibo dejan resultados perjudiciales para Maracaibo, pues desde el año pasado viene en ascenso el índice de robos de las marcotapas de las bocas de visita en las principales arterias viales marabinas. Estas tapas fabricadas totalmente de hierro, representan un blanco fácil en las calles para vándalos, a pesar de estar ancladas al pavimento con material de cemento.

Colocar estas tapas en las bocas de visita es una responsabilidad que corresponde a Hidrolago, pero desde el año pasado las entidades municipales dispusieron de un presupuesto que va dirigido a la sustitución de las estructuras de hierro.

Ambas instituciones tienen corresesponsabilidad. Según la Hidrológica, es la Alcaldía la que debe velar por la prevención de los hurtos de lo que consideran patrimonio de la ciudad. Para el despacho municipal es Hidrolago el que debe asumir la sustitución de las marcotapas.

“Las calles de la ciudad son patrimonio municipal. Es responsabilidad directa de la Alcaldía velar porque estos hechos no ocurran. Allí hay una evasión de la responsabilidad clara y directa de ellos”, aseguró el expresidente de Hidrolago, Freddy Rodríguez.

Destacó que desde el año pasado dentro de la implementación del ‘Plan Cero Botes’, se cambiaron 300 tapas, en octubre y septiembre, y que fueron adquiridas 100 más que serán instaladas en los próximos días.

Reyes Ríos, director de Servicios Públicos de la Alcaldía de Maracaibo, resaltó que frente a la supuesta falta de acción de la Hidrológica, desde el año pasado las entidades municipales dispusieron de un presupuesto dirigido a la sustitución de las estructuras de hierro. “Lo que queremos es que los marabinos transiten con tranquilidad. En lo que va de año hemos cambiado unas 25 en toda la ciudad, pero se las siguen robando”, denunció el directivo municipal.

Sufren las comunidades

La realidad es que la ausencia de las tapas sigue notándose en las calles, y las consecuencias transcienden hasta el ámbito ambiental, ya que una vez que las tapas son robadas, las personas comienzan a depositar desechos sólidos en las cañerías, generando obstrucción y el colapso en la mayoría de las ocasiones en las carreteras e incluso en los baños de las viviendas y comercios cercanos.

testimoniosversionfinalPara evitar que los conductores caigan con sus carros en los huecos, las comunidades han tenido que ingeniárselas. Pintan un aviso de alerta improvisado o colocan ramas y tubos para llamar la atención de los choferes, sobre todo en la noche, que es cuando no se nota la ausencia de la tapa. Los accidentes viales aumentan.

El negocio de los ladrones de las tapas de hierro es venderlas al mejor postor en las procesadoras de metal, donde las compran con el fin de fundirlas y fabricar otro tipo de producto. Venden las tapas por peso, y estas pesan unos 100 kilos. El precio que las fundidoras pagan no es muy elevado, tanto por saber que es un elemento de patrimonio municipal robado como por el poco valor del material ferroso. Unos 14 bolívares el kilo, por lo que les ganan un promedio de mil 400 bolívares por tapa, la ganancia se ve realmente al hurtar varias, como está sucediendo en la ciudad.

Una marcotapa de metal, a precio legal ronda los 70 mil bolívares, además del costo que se genera en mano de obra y materiales, se estiman unos 100 mil bolívares por cada una de las instalaciones, explicó Reyes Ríos.

 

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