Vecinos de Santa Lucía denuncian obras inconclusas y botes de aguas negras
Es una historia inconclusa y que se retroalimenta cada vez que llueve o llega el agua. Los vecinos comienzan a correr porque sus casas se les inundan o se convierten en pozos de aguas negras. En Santa Lucía, el populoso sector de Maracaibo en donde la gaita pernocta por su famoso Boulevard, la algarabía de su gente está siendo poco a poco silenciada por los graves problemas que hoy enfrenta.
Lucía Acevedo es una mujer joven pero llena de muchas inquietudes y reclamos en su zona, reside en la calle Santa Isabel, diagonal a pizzería “Palermo”. Dice que cada vez que llega el agua, su calle se inunda de aguas negras porque las bocas de visitas están colapsadas.
"Desde hace una semana, cuando cayó un aguacero, tenemos el agua sucia en nuestros hogares y, de paso, no tenemos gas porque parece que las tuberías están tapadas por agua acumulada o por tierra”, comenta.
Acevedo asegura que su niño menor, al igual que los de los vecinos, han padecido por dengue hemorrágico y demás problemas de salud porque se tiene que convivir con las aguas negras.
“Ahora nos adornaron las calles con tubos de concretos pero no han hecho nada”, agrega.
Más de 15 tubos de concretos, que iban a ser utilizados para sustituir las tuberías viejas, están al final de la calle Santa Isabel, pegados a las paredes que limitan el “Parque Santa Lucía”.
Arelis Martinez, residente de la calle 87, dijo que hace unos meses comenzaron la obra de sustitución de tuberías pero la paralizaron sin razón alguna.
“Esto lo hicieron porque venían elecciones de diputados. Aquí nos prometieron, abrieron los huecos y ahora tenemos la calle destruida y llena de basura”. Agregó que hay vecinos que sufren de problemas en la piel porque las aguas negras brotan desde las viviendas por el colapso de las tuberías en la zona.
Muy colorida pero en el abandono
Los vecinos comenzaron a salir de sus casas para hacer la denuncia. Hugo Ramírez sufre de Annoiddy (hernia testicular), alega que está desempleado porque lo botaron de su trabajo por su problema con la hernia, padece de graves necesidades económicas y, de paso, tiene que convivir con las aguas hediondas en su hogar.
“Clamamos la ayuda al alcalde o a cualquier ente para que se acerque y nos solucione tantos problemas”, expresa.
En la esquina de la calle 87 con 2D, está un cúmulo de arena que poco a poco se ha regado por el tiempo que tienen las obras detenidas.
Marielys Monroy, vecina, denunció que tienen más de un mes sin continuar con los trabajos. “¿Saben que nos dijeron los trabajadores de la Alcaldía? Que compráramos un chequer para aguas negras para que no se nos metiera para las casas”.
Magali Cáceres, residente de Santa Lucía, trasladó al equipo de Versión Final hasta su vivienda para constatar el nivel hasta donde llegan las aguas de lluvia. “Esto es cada vez que llueve, adicional a la lluvia, es el agua negra. Hay vecinos con más de 90 años que tienen problemas en los pulmones por esta situación”.
Santa Lucía ha servido, en reiteradas oportunidades, como epicentro de grandes producciones gaiteras, actividades culturales durante las fiestas patronales de la Virgen de Chiquinquirá.
La jocosidad de sus vecinos y sus viviendas coloridas son utilizadas como muestra de la diversidad cultural de Maracaibo para el resto de Venezuela y el mundo. Hoy, sus vecinos, sin perder su alegría y autenticidad, lamentan que estén atravesando por calamidades que nunca pensaron atravesar.
