Universitarios exigen reapertura del comedor frente a la casa del Gobernador
No tienen qué comer. Desde hace mes y medio los comedores de la Universidad del Zulia (LUZ) cerraron sus puertas y nadie les da respuesta a los estudiantes. No hay presupuesto. Se sienten burlados y sin fuerzas de seguir.
Han pensando en desertar de los estudios y ponerse a trabajar porque aseguran que el esfuerzo que hacen “no vale la pena”. Por eso protestaron ayer en las puertas de la residencia oficial del gobernador Francisco Arias Cárdenas. Hace cuatro semestres, del Guayabo estado Zulia llegó Gélica Rincón con una maleta de sueños. Empezó a estudiar filosofía en la casa de estudios y ahora se le hace cuesta arriba. “Muchas veces dejo de comer o hago una sola comida”.
Así entra a clases, así escribe e intenta retener lo que le imparten sus profesores. Ni ella, ni Anabel Pulido, del estado Táchira han podido visitar a su familia en 22 días. El último bus que quedaba operativo rindió los últimos de sus días. “Nos estamos muriendo de hambre gobernador”, decían al unísono.
Según Ángel Rojas, coordinador de transporte de LUZ en horas de la tarde el director de Fontur en el Zulia, Pedro Sánchez les vendió nueve baterías a precios justo para los buses y para mañana se espera una reunión con el gobernador.
