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Un último olé: Fallece Francisco “Paco” Perea

Maracaibo acogió a Francisco “Paco” Perea Martínez, dueño de Casa Paco, como uno de sus hijos, tanto que borró de él las ganas de regresarse a Europa después de un difícil comienzo en el país caribeño. Decía que en Caracas le advirtieron de “lo peligrosa que era la gente maracucha”, pero al arribar en el Lago se sintió como en casa

Francisco “Paco” Perea Martínez, uno de los empresarios más icónico de Maracaibo, dueño de Casa Paco, falleció de este lunes 20 de septiembre.

Así lo informó el periodista Miguel Ángel Román a través de su Twitter. “Me informa mi amigo Fernando Gutiérrez que esta mañana falleció el gran Paco Perea dueño de Casa Paco. Excelente persona y amigo. Dios lo tenga en su Santa Gloria”, refirió el comunicador.

Perea Martínez, cariñosamente conocido como “Don Paco”, construyó el sitio donde extranjeros y zulianos compartirían emblemáticas tertulias, ubicado en la avenida Bella Vista, entre las calles 71 y 70. Un espacio que guarda las más grandes historias desde hace 50 años atrás, con raíces españolas y una tradición llena de sentimiento marabino.

Nacido en Málaga, España, en 1933, Francisco Perea Martínez vivió la crudeza de la Guerra Civil Española cuando apenas era un niño de 6 años. En una entrevista concebida en 2018 a Versión Final juró que aún les destellaban reflejos de aquella época impregnados en su mente, tan sensibles que vuelven a él solo con cerrar sus ojos.

A los 17 años “Paco” acudió a la escuela de suboficiales en Ceuta, la ciudad española más cercana a África, y tras dos años en la Marina decidió retirarse  “porque yo lo que quería era viajar”, dijo mientras sonreía.

En febrero de 1951, “Paco” pisó por primera vez la tierra venezolana, después de 11 días en una embarcación italiana de Málaga al puerto de La Guaira. Permaneció un año en Caracas como miembro de la Marina, pero poco después lo invitaron a conocer la capital zuliana.

Nota relacionada: https://versionfinal.com.ve/ciudad/francisco-perea-don-paco-un-destello-de-andalucia-en-maracaibo/

Maracaibo lo acogió como uno de sus hijos, tanto que borró de él las ganas de regresarse a Europa después de un difícil comienzo en el país caribeño. Decía que en Caracas le advirtieron de “lo peligrosa que era la gente maracucha”, pero al arribar en el Lago se sintió como en casa.

El calor del gentilicio marabino y su parecido con la pequeña Andaluz lo desbordaron de ansias por trabajar y apostar por un nuevo comienzo.

“Yo siempre he mirado hacia adelante, nunca he mirado hacia atrás. El maracucho se portó muy bien conmigo y yo tenía que portarme muy bien con él, es la lógica de la vida”, expresó Perea en 2018.

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